viernes, 22 de julio de 2016

El novio olvidado. Cap 10




Yunho se quedó con ellos hasta que los gemelos estuvieron dormidos. Había preparado pasta para todos, conviniendo su visita en un acontecimiento familiar en el que todo el mundo debía participar.

Y lo hizo con una alegría que tapó sus propias fisuras. Jaejoong le había sorprendido al cuestionar su matrimonio. No se lo había esperado y, en esos momentos, su consciencia lo estaba atormentando porque le había pedido que confiase en él cuando en realidad sabía que él tenía cierta razón.

 Volveré a primera hora de la mañana — le prometió.


 Podrías quedarte…

Podría quedarse. Jaejoong estaba acercándose a él por primera vez y Yunho sabía, muy a su pesar, que tenía que rechazar la invitación.

 No — le dijo, suavizando la negativa con un beso en los labios — Vamos a casarnos en menos de treinta y seis horas. Tendremos que esperar a después. Tengo mis principios.

Jaejoong abrió mucho los ojos y se apretó contra él. Lo deseaba, eso no podía negarlo.

 No quiero confundir a los gemelos siendo el primer hombre que vean en tu cama antes de casarnos — decidió.

 Muy honorable por tu parte — bromeó él con solemnidad — aunque podrías marcharte antes de que amaneciese…

 No es tanto que sea honorable, como que aquí las paredes son de papel y tú a veces eres muy… escandaloso.

Yunho sonrió al ver que se ruborizaba.

 Mañana no podremos vernos — le dijo él — Tengo demasiadas cosas que hacer.

 Pensé que íbamos a ir de compras.

 ¿A por mi vestido? Creo que eso puedo hacerlo solo.

 ¿Quieres decir que me estás castigando por no permitir que me lleves de vuelta a la cama?

El brillo de los ojos de Jaejoong le dio la razón. Suspiró y rió después. Era precioso. Tímido, luchador, cabezota, sexy. Inteligente, independiente… y casi suyo.

Y él tenía que marcharse de allí antes de quemar sus naves y contárselo todo.

¿Honorable? No. ¿Despiadado, manipulador y calculador? Sí, era todo eso. Y también era un cobarde por no arriesgarse a compartir con él lo que ya sabía.

Se pasó los dedos por el pelo y echó la cabeza hacia atrás. Le dio las buenas noches y se marchó.

Jaejoong cerró la puerta y se apoyó en ella con una tonta sonrisa en la cara. Se fue a su habitación con ella y durmió con ella, y cuando se levantó a la mañana siguiente, seguía sonriendo. Después de llevar a los gemelos al colegio, se pasó el resto del día corriendo de un lado a otro para arreglarlo todo para poder marcharse a Seúl.

Cuando volvió a casa, estaba tan cansado que se tiró en el viejo sillón, dejando caer las bolsas con las compras a su alrededor. El teléfono empezó a sonar. Sonrió porque pensó que sería U-Know quien la llamase, pero no era él.

 Está bien — dijo Gummy sin más preámbulos — ¿Sabías que nuestro nuevo y estupendo jefe tuvo un grave accidente de tráfico más o menos por la época en que tú le quedaste embarazado de los gemelos?

Jaejoong suspiró.

 Sí.

Hubo una breve pausa antes de que Gummy murmurase:

 Eres una caja de sorpresas, Kim Jaejoong. No pensé que supieras que su prometida había muerto en ese mismo accidente. Supongo que te dejó para volver con ella, ¿no? No me extraña que se cayese desmayado cuando te vio, ¡debió de ser su culpabilidad la que le dio el golpe!

Jaejoong se sintió aturdido al recibir tanta información y tan traumática. Durante varios segundos, pensó que él también iba a desmayarse.

 Venga, Jaejoong… ¡Di algo!

 ¿Cómo te has enterado de todo eso? — susurró.

 Todo el mundo lo sabe en Mirotic. ¡Está hasta en Facebook! ¡Lo ha puesto allí la vengativa Krystal!

El teléfono volvió a sonar cinco minutos más tarde. Jaejoong seguía sentado en el sillón. En esa ocasión, sí era U-Know.

 Jaejoong… — dijo con urgencia. Lo sabía. Lo habían avisado.

 Te odio — murmuró él, y colgó.

U-Know había estado prometido con otra cuando lo había cortejado en Sapporo. Había utilizado otro nombre para que no lo descubriesen y todo lo que le había contado acerca de los dos nombres no era más que una maniobra para protegerse. Le había mentido a él y había traicionado a su prometida.

¿Habría sido ella también de una buena familia coreana, como U-Know? ¿Habría sido guapa? ¿Habría sido agradable, dulce e inocente? ¿Habría muerto sin saber que su prometido la estaba engañando?

Se levantó del sillón y fue hasta donde tenía el ordenador. Cinco minutos más larde estaba sentado a la mesa del comedor, mirando a la criatura más bella y morena que había visto nunca. Tenía los ojos claros y su sonrisa era cálida. Estaba al lado de Yunho, que la rodeaba con un brazo.

…Jung Yunho, el hijo mayor y heredero del industrial coreano Jung Dongho, y Kwon BoA, la única hija del industrial Kwon, celebrando su compromiso, que forja una alianza destinada a conmocionar al mundo industrial…

No quería seguir leyendo, pero no podía parar.

Había fotografías y artículos acerca de la deslumbrante pareja, enlaces con noticias acerca del accidente que no pudo evitar leer también. Hasta encontró una foto suya con Yunho en un restaurante, seguida de un artículo en el que se decía que Yunho tenía un amante cuando su prometida había muerto. Se hablaba incluso de la existencia de los gemelos y que su aventura había comenzado en casa de Jun. Aunque aquello no era cierto. Si Jaejoong hubiese conocido a Yunho a través de Jun, lo habría sabido todo de él y no habría habido nada entre ellos, y, por lo tanto, no habría tenido los gemelos.

Sintió náuseas y corrió al cuarto de baño, pero no llegó porque alguien llamó al timbre antes de manera insistente. Se obligó a ir a abrir la puerta, aunque no quería ver a nadie.

U-Know estaba allí. Parecía diferente, había tensión en su rostro.

 De acuerdo — dijo enseguida — Debí habértelo contado.

Jaejoong gimió e intentó darle con la puerta en las narices, pero él empujó la puerta, así que Jaejoong se dio la vuelta y se marchó. Oyó que la puerta se cerraba mientras él se ponía delante de la ventana.

Yunho lo siguió, se detuvo en la puerta. Él lo recorrió con la mirada. Iba impecablemente vestido, como siempre. Lo que veía era lo que había, pensó con amargura, un depredador sexual con una vela despiadada que le llegaba a lo más hondo.

Él recorrió la habitación con la mirada, como si estuviese buscando algo. Parecía enfadado.

 No están en casa — le dijo Jaejoong — Si hubiesen estado aquí, no te habría dejado entrar.

Él miró el ordenador portátil que había encima de la mesa. Apretó los labios, se acercó a el y vio lo que había en la pantalla.

Jaejoong se abrazó con tanta fuerza que le dolieron las costillas.

 Me dejaste para irte con otra mujer, y yo no lo sabía — susurró.

 Lo siento — murmuró él.

 ¡No quiero que me digas que lo sientes! — Exclamó Jaejoong, como un animal herido — ¡Sólo quiero que admitas que me has mentido!

 No te he mentido — contestó él, cerrando el ordenador.

 Ah, se me había olvidado que no te acordabas de mí — comentó él en tono sarcástico.

 ¡De acuerdo! Sé desde la primera noche por qué me había olvidado de ti. ¡Te borré de mi mente porque me sentía culpable, Jaejoong!

Jaejoong se mareó al oírlo confesar la verdad. Y Yunho no parecía encontrarse mucho mejor que él. Estaba rígido, tan sorprendido como él de su propia confesión.

 Eres un cerdo.

 Sí.

 Teniendo en cuenta cómo tratas a las mujeres, no me extraña que Krystal haya hecho lo que ha hecho.

 ¿Qué quieres decir?

 Ni el infierno tiene la furia de una mujer despechada — dijo él con sarcasmo — Era tu amante antes de que apareciese yo. Debes de…

 No era mi amante.

 Entonces, ¿qué era?

 Mi ayudante. Mi…

 ¿Asistente personal?

 ¡No! Y deja de ser irónico — protestó con impaciencia — Mi relación con Krystal es sólo profesional. Está bien… — suspiró — Sé que ella… siente algo por mí. Por eso decidí ponerla a cargo de Mirotic, para que se le pasase el… encaprichamiento mientras yo prestaba atención a otras cosas. A ella no le gustó, pero aceptó el reto. Entonces volviste a entrar tú en mi vida y es evidente que Krystal ha dejado que sus sentimientos ofusquen su sentido común.

 ¿Te has acostado alguna vez con ella?

 No.

 ¿Has querido acostarle alguna vez con ella?

 ¡No! Si te digo la verdad, es una pesada. Cuando Donghae me dijo que te estaba poniendo las cosas difíciles en Mirotic, decidí hacer algo más permanente con ella, por eso la mandé a Seúl y le dije que se buscase otro trabajo. ¡Y ésta ha sido su vengativa respuesta!

 De acuerdo — susurró Jaejoong — Te creo.

 Gracias — respondió él.

 ¡Pero no pienses que te voy a perdonar! — replicó Jaejoong al instante —Debiste haberme contado lo de tu prometida.

Lo intenté varias veces, pero… sabía que iba a dolerte. Y no podía predecir cómo ibas a reaccionar. Así que decidí esperar a que estuviésemos casados antes de explicarte… lo de Boa — ni siquiera podía decir su nombre sin tragar saliva antes — Y también tenía que pensar en lo que era mejor para los gemelos.

 ¡Cómo le atreves a meterlos en esto! — Gritó Jaejoong — ¡Y no creas que me has impresionado con tus excusas! Desde el principio, las cosas siempre han sido como tú querías. ¿Qué pasa conmigo, con lo que yo quería?

 Tú me querías a mí. Desde que me viste en ese maldito restaurante, Jaejoong… Bueno, pues ya me tienes, atado, apuntalado y hasta envuelto de regalo. ¡Te estoy dando lo que querías!

 ¡Eres un engreído!

 Yo también quería tenerte a ti. ¿Por qué vamos a negar que ambos queríamos lo mismo?

  Yo no quería ser la cruz que utilizases para salvar tu conciencia.

Y lo odiaba por haberlo convertido en aquello. ¡Siempre lo odiaría por ello!

  ¿Sabía tu prometida de mi existencia? — inquirió.

 No.

Aquello lo alivió.

 Vino a buscarme al aeropuerto. Pisamos un charco de aceite de camino a Seúl. Y ella… murió después… — hizo una pausa antes de añadir — Y no creo que necesites saber más.

Jaejoong asintió. Lo sentía por la pobre Kwon Boa. Hasta sentía cierta lástima por U-Know y por lo que había perdido aquella noche. Una laguna de seis semanas de tu vida no era nada en comparación con la imagen del accidente.

Dos personas, un coche, aceite, dos cuerpos rotos… Se llevó la mano a la boca. Dos vidas destrozadas entre el metal. Tres vidas más, la suya y la de los gemelos, cayendo al agujero negro de la mente de Yunho.

 Ahora no me extraña que me dijeras que no me conocías y que no me querías conocer cuando te llamé.

Su cerebro se había negado a permitir que lo recordase.

 Lo que te dije aquel día fue, es, imperdonable — aceptó — Sólo puedo alegar en mi defensa que no me acordaba de ti. Y Boa… — tragó saliva — Boa y yo estuvimos en coma después del accidente. Ella no salió… yo sí…

Había dolor en sus elegantes pómulos. Jaejoong reconoció la culpabilidad del superviviente y le dolió por él, muy a su pesar.

 El día que me llamaste fue el día que la enterramos… Fue, yobo, el peor día de mi vida.

Jaejoong se dio la vuelta y se tapó la boca con la mano. Nunca se había sentido tan mal.

 Yo estaba destrozado — continuó Yunho — Casi no era capaz de funcionar como ser humano. No recuerdo haber borrado tus llamadas de mi teléfono móvil, y ahora sé que luego las olvidé, como había olvidado todo lo relativo a ti…

Él cerró los ojos, intentando no seguir sufriendo, pero no podía. Sufría por la pobre Boa, por Yunho, por sí mismo y por los gemelos.

 Cuando nos encontramos de nuevo…

 Por favor — susurró Jaejoong — No sigas.

Había oído suficiente, había entendido suficiente. Boa. la pobre Boa, había sido el verdadero amor de Yunho y él la había engañado. Se había olvidado de él para poder seguir viviendo. Eso no lo convertía en un hombre malo, sólo en un hombre con defectos.

Durante seis largos años, Jaejoong se había considerado una aventura para U-Know. Al enterarse del accidente, y de que había perdido la memoria, había recuperado la dignidad. Una dignidad que acababa de perder de nuevo. Si Kwon Boa no hubiese fallecido en aquel maldito accidente, en esos momentos estaría casada con Yunho, probablemente rodeados de hijos. Y él y los gemelos seguirían fuera de su vida.

En su lugar, y debido a una trampa del destino, a él le había tocado el premio gordo: casarse con U-Know. Un padre para sus hijos. «Qué suerte», pensó. «¿Acaso no soy yo el afortunado?».

En comparación con Kwon Boa, lo era.

Miró las bolsas que había en el suelo y volvió a sentir náuseas al pensar lo que había en su interior: su vestido de novia. Un precioso vestido para Jiyool y un conjunto para Changmin que esperaba que el niño encontrase adecuado para asistir a una boda.

Una boda.

Se sintió tan dolido que le dio la espalda y cerró los ojos.

 Jaejoong…

Él negó con la cabeza, en silencio.

 Quiero que te marches — murmuró — Los gemelos no tardarán en llegar. Preferiría que no estuvieses aquí cuando lo hiciesen.

Él guardó silencio. Jaejoong se dio la vuelta y lo miró. Su expresión volvía a ser arrogante. Echaba chispas por los ojos. Tenía los labios apretados. Todos los músculos de su cuerpo estaban en tensión.

 Me estás echando — dijo entre dientes.

 ¿Qué esperabas que hiciese? — Preguntó Jaejoong — ¿Qué me lo tragase y continuásemos como si no hubiese pasado nada?

 ¡Crees que puedes quitarme a mis hijos!

 También son mis hijos. Y no he dicho nada de quitártelos.

 ¡Pero lo estabas pensando! — Replicó Yunho enfadado — ¡Quieres castigarme! ¡Quieres echarme de tu vida!

  ¿Acaso no es eso lo que hiciste tú conmigo hace seis años? — Jae se dio la vuelta, se alejó de él.

 Márchate, U-Know. Ahora mismo, no te soporto más.

Volvió a llevarse la mano a la boca. Se dio la vuelta. Estaba destrozado, temblando, con el corazón en un puño.

Se hizo de nuevo el silencio. Delante de él, vio cómo las primeras gotas de lluvia golpeaban la ventana. El cielo se había oscurecido mientras discutían, poniendo fin a dos semanas de buen tiempo. «Los gemelos van a mojarse», pensó.

De pronto oyó un ruido detrás de él, se puso tenso y se giró. Yunho estaba acercándose con una expresión que no le gustaba nada. Impulsivamente, Jaejoong se puso detrás del sofá porque algo en él había cambiado. Su actitud había cambiado.

Sintió que una corriente eléctrica lo recorría.

 ¡No te atrevas a acercarte a mí! — le advirtió.

Como si el sofá fuese a protegerlo. Yunho lo apartó y lo hizo retroceder hasta que llegó a la pared que tenía detrás.

 ¿Qué estás haciendo? — le preguntó, levantando los puños para golpearle el pecho, pero él siguió avanzando hasta que sus cuerpos estuvieron pegados.

Jaejoong nunca lo había visto comportarse de manera tan amenazadora, nunca había visto aquel extraño brillo en sus ojos. Se preguntó si debía asustarse. No estaba asustado, estaba…

 Voy a comprobar si de verdad no me soportas más — murmuró, metiendo sus largos dedos entre su pelo para echarle la cabeza hacia atrás.

 No quiero…

No pudo decir más porque Yunho lo hizo callar con sus labios y con la invasión de su lengua. Las defensas de Jaejoong se tambalearon. Lo agarró por la pechera de la camisa. Las piernas se le quedaron sin fuerza. Se retorció, su traicionero cuerpo ardía de deseo por él. Su boca respondió al apasionado beso. «No es justo», pensó, sintiéndose impotente mientras se rendía.

Entonces Yunho dejó por fin de torturarlo y levantó la cabeza para mirarlo a los ojos.

 Puedes seguir soportándome, yobo.

Lo soltó, se dio la vuelta y atravesó la habitación.

 Estaré esperándote mañana a las once y media para casarnos — le  dijo mientras colocaba el sofá en su sitio con toda tranquilidad — No llegues tarde.

 No iré — replicó él, todavía temblorosa.

 Claro que vendrás. No puedes permitirte no hacerlo. — Él contuvo la respiración, lo miró a los ojos.

 ¿Qué quieres decir?

Él llegó a la puerta con aire arrogante, seguro de sí mismo. Se giró para mirarlo.

 Tu sueldo mensual depende de mí — le recordó — Y tal vez lo que no sepas es que el precio de este apartamento, también. Si quieres que te lo confirme, llama a Jun — le sugirió — Él te contará que compré su cartera de propiedades al mismo tiempo que Mirotic.

Jaejoong dio un grito ahogado. Tuvo que apoyarse en la pared para no caerse.

 Supongo que estabas deseando decírmelo desde el principio — comentó.

 Todo lo contrario. Habría preferido no tener que hacerlo — sonrió con ironía — No obstante, no tenemos tiempo para andarnos con rodeos mientras… curas tu orgullo herido.

 ¿Qué orgullo? No tengo de eso. ¡Tú me lo has arrancado!

En ese momento, ni la pared fue capaz de aguantarlo. Le temblaban las piernas y tenía el estómago revuelto. Dando tumbos, rodeó el sofá y se sentó en él, haciéndose un ovillo como un perro herido.

 Mira… — dijo Yunho suspirando — tenemos que…

 Cállale. Te odio. Vete — susurró él.

 ¡Cuando uno rompe las reglas tiene que pagar por ello! Hace seis años, yo rompí las reglas, pero has sido tú el que ha pagado por ello. Ahora, tengo que resarcirte.

Estaba hablando otra vez de la boda. ¿De verdad pensaba que casándose con él iba a resarcirlo?

 No pienso ser la cruz que lleves a cuestas para aliviar tu culpabilidad.

 No me refería a eso.

 Pues a mí me ha sonado así.

 Está bien, lo diré de otra manera — respiró hondo — Yo rompí las reglas. Los gemelos han pagado por ello. Y quiero compensarles por ello.

 Con eso rematas todos tus insultos hacia mí.

Él suspiró con el ceño fruncido. Su expresión cambió y Jaejoong no pudo evitar preocuparse por él.

 No te atrevas a desmayarte otra vez delante de mí, U-Know.

 No…

 Sí, vas a desmayarte — dijo él haciendo un esfuerzo y poniéndose en pie.

Vio que se ponía tenso mientras se acercaba a él y lo agarraba del brazo. Un segundo más tarde, se estaba apoyando en el marco de la puerta, aturdido.

 ¿Por qué ha sido esta vez? — le preguntó Jaejoong con recelo.

 ¿Por tu dulce y cariñoso tono de voz?

 No estoy para bromas. Necesitas sentarte…

 Lo que necesito es que dejes de enfrentarte a mí.

 ¿Qué quieres que haga? ¿Qué perdone todos tus pecados?

 — contestó él, mirándolo a los ojos — Te has comprado el vestido, yobo. Y sabes que, en el fondo, te importo — levantó la mano y le acarició los labios — Ódiame después, cuando estemos casados. Entonces me lo tomaré mejor.

Jaejoong echó la cabeza hacia atrás para apartarla de su mano.

  ¿Cómo puedo estar seguro de eso?

 Llámalo instinto.

Lo que estaba haciendo Yunho era aprovecharse de su comprensión.

 Te juro por mi propia vida que no lo lamentarás — le dijo poniendo una mano encima de la suya.

Él la apartó y fue hasta el sofá, donde volvió a hacerse un ovillo.

 Piensa cómo se sentirán los gemelos si te apartas de mí ahora.

Jaejoong miró las bolsas de la compras. Y pensó en los gemelos. Lo necesitaban. Querían lo que él les ofrecía. No podía quitarles aquella felicidad porque tuviese problemas con Yunho.

 No dormiré en tu cama — dijo casi sin darse cuenta.

 Está bien — contestó él, y después de aquello, se marchó.

Jaejoong se dio cuenta de que había sido una retirada táctica y se lamentó por haber cedido.




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11 comentarios :

  1. Oww, sabía que no podía ser tan perfecto, me rompió el corazón, me siento decepcionada de Yunho.
    Saludos, espero estés bien, ojala actualices pronto, esperaré con ansias la continuación, no me imaginó que es lo que pasara 💜💕

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  2. no puedo creerlo como es posible que Yunho se porte así de mal con Jae yo creía que el lo amaba y que por eso quería casarse con el pero le a dejado claro que no es eso sino para quitar su culpa y eso no me gusta el pobre de Jae si que lo tiene acorralado y el lo chantajea como puede hacer Jae para irse y no casarse con Yunho y este se quede sin la oportunidad de fregarlo Yunho malo te arrepentirás por tratar así a Jae
    eso me pone mal decepción absoluta
    Gracias

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  3. Yunho tantas mentiras y secretos siguen lastimando a Jaejoong, además de que lo pones en una situación difícil utilizando a los gemelos, solo espero que la situación mejore y todo se aclare así como el que los secretos se acaben..... gracias por la actualización espero ansiosa la continuación.

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  4. No me imagine eso en realidad Yunho fue deshonesto y desleal desde el principio y Jaejoong y sus hijos son solo victimas de todo esto que pena esperaba mas de Yunho no lo crei capaz de eso y lo peor es que ahora se imponga en la vida de Jaejoong. Gracias por actualizar.

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  5. Me va a dar algo. Ahhhh lo q una hace x despecho. Carambola pobre jj. Este yun tan ahhh. Gracias x la actu. Besos

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  6. Que coraje que todo eso suceda un día antes de la boda! ( ̄^ ̄)
    todo por la culpa de una bitch despechada ¬_¬
    ahora ... Ira o no ira Jaejoong a la boda ??
    Que nervios !!

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  7. Pero yunho aquel dia se iba con Boa? Dejaba a jae por ella? O sera q discutian acerca d sus sentimientos y paso el accidente? Ojala aclaren eso.

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    1. Amiga, hasta donde entendi. Yunho y Boa no alcanzaron a hablar de Jae porque paso el accidente, pero Yunhoo si tenia la intensión de terminar las cosas con Boa

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  8. Yunho me decepcionas como es posible y esta aptitud que estas teniendo es imperdonable eres un chantajista usas a los gemelos Jaejoong realmente te ama no se que pensar de tus sentimientos Yunho u.u

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  9. Entonces Yunho fue un traidor, por eso su subconciente se negaba a recordar, haber ahoraque sucede.
    Gracias!!!

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  10. Una prometida Muerta... Demonios Yunho por donde lo quera ver él no tenía intenciones serias con Jae le ocultó su compromiso, lo borró por la culpa de ver a su promeida que lo amaba, muerta y sin saber que había sido engañada por un hombre que ella creía perfecto. Y ese aire de superioridad con que Yunho acorrala a Jae usando a sus hijo. No se vale Jae es el único que salie herido, y a Yunho parese importale comoensarlo para calmar su consiencia y su deber de padre.

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