jueves, 28 de julio de 2016

El novio olvidado. Cap 11 Final





Yunho se miró el reloj y anduvo por el vestíbulo del ayuntamiento como un gato enjaulado. Levantó la vista y miró a los hombres que había allí, observándolo.

 Como digáis una sola palabra, os mato — gruñó.

 Vienen de camino — le dijo Lee Donghae — Hay mucho tráfico.

 Si no estás seguro. Yunho, tal vez deberías pensártelo mejor.


 Tal vez seas mi hermano y un buen médico. Yoochun, pero no tienes ni idea de lo que estás diciendo. Así que guárdate tus opiniones para ti mismo.

Yoochun levantó ambas manos y retrocedió.

Yunho se dio la vuelta y siguió andando de un lado a otro. En cierto modo, su hermano tenía razón, pero no podía leer sus pensamientos ni entender las emociones que sentía, ni la urgencia con la que necesitaba que Jaejoong se casase con él.

Había esperado durante seis largos años a que llegase ese momento, a que aquel joven se convirtiese en su esposo.

 El coche acaba de llegar — le informó Donghae en voz baja.

Él se giró y fue hacia la puerta, justo a tiempo para ver a su chófer ayudando a Jiyool a salir del coche. Se le encogió el corazón al ver a su preciosa hija, que parecía una princesa con aquel vestido rosa.

Eso había sido gracias a Jaejoong, que había querido hacer el sueño de la niña realidad, a pesar de no querer dicho sueño para él.

Después salió su hijo, con vaqueros, zapatillas y una camisa de cuadros azules y rojos. La umma de su hijo no había cometido el error de ofender la dignidad del niño disfrazándolo con ropa de boda.

El corazón se le encogió todavía más.

Y todavía más al ver un par de bonitas piernas aparecer por la puerta del coche, seguidas del resto de aquella bella criatura que iba a convertirse, a su pesar, en su esposo. Iba vestido completamente de blanco y una chaqueta de encaje que se ceñía a su delgada cintura. Calzaba unos zapatos blancos y se había adornado el pelo con una sola rosa de color rosa.

Lo vio levantar la vista, quedarse inmóvil, recorrerlo con la mirada con sus intensos ojos negro. Y sintió que su cuerpo entraba en ebullición.

Jaejoong se encontró clavado a la acera con una sensación general de calor. Desde allí abajo observó a Yunho, que estaba en lo alto de las escaleras y parecía todavía más alto de lo que era, más moreno, y diez veces más atractivo de lo que él quería pensar que era. Iba con un bonito traje negro y elegante y una camisa blanca que brillaba bajo el sol. Tenía los labios apretados con arrogancia y firmeza, pero seguían siendo unos labios sensuales.

Tuvo que bajar la vista para poder empezar a moverse. De pronto, sus zapatos le parecieron demasiado frágiles para soportar la pesadez que sentía en las piernas. Los gemelos ya iban corriendo escaleras arriba, hacia él dando gritos, esperando y recibiendo la cariñosa acogida que ya se habían acostumbrado a obtener de su parte.

Jaejoong los siguió despacio, consciente de que no debía estar haciendo aquello, de que no quería hacerlo, pero sin poder evitar seguir avanzando, como si Yunho lo atrajese.

Jiyool estaba dando vueltas para que la viese mejor, Changmin tiraba de una de sus manos y le decía algo, algo que Yunho no debía de estar oyendo, porque tenía toda su atención fijada en él. Y a él el corazón le latía muy rápido, sabiendo que no debía sentir nada por él. Cuando llegó a la parte alta de las escaleras y se vio obligado a levantar la barbilla para mirarlo, sintió que se ponía a temblar.

Él lo miró a los ojos. Le tomó las manos y se las llevó a los labios.

 Estás increíble — le dijo.

Entonces llegó Gummy corriendo, parecía nerviosa y le costaba respirar.

 Siento llegar tarde. Hay un tráfico horrible…

Y la llegada de su amiga salvó a Jaejoong de decirle a Yunho una estupidez, como «tú también».

Yunho hizo el papel de anfitrión y presentó a todo el mundo. Yoochun le dio la mano a Jaejoong con firmeza.

 Es un placer conocerte oficialmente por fin.

Jaejoong se preguntó si se lo decía con sinceridad. Su sonrisa, su actitud e incluso su tono de voz eran contenidos. ¿Acaso no tenía buen concepto de él? ¿La estaría comparando con la bella Kwon Boa? ¿Estaría pensando en la relación que había tenido con Yunho en el pasado mientras retiraba la mano?

Se le secó tanto la garganta que no pudo ni tragar saliva. Consiguió sonreír a Lee Donghae, pero le dolió la boca al hacerlo. Entonces apareció la funcionaría del ayuntamiento y les pidió que la siguieran. Jaejoong pensó que se iba a desmayar.

Entonces. Yunho pasó un brazo alrededor de su cintura y lo empujó hacia delante. Su sonrisa era tan tensa que era evidente que sabía que Jaejoong seguía luchando consigo mismo acerca de lo que iba a hacer.

 Mi reacio esposo — murmuró con ironía cuando su coche los llevaba hacia el aeropuerto.

Habían dejado a Donghae y a Gummy en las escaleras del ayuntamiento, preguntándose adonde ir a comer. El hermano de Yunho se había disculpado y había desaparecido justo después de la ceremonia.

Jaejoong se preguntó si la palabra ceremonia definía las frías promesas que se habían hecho en treinta breves minutos que habían hecho que pasase de ser el simple Kim Jaejoong, al súper elegante señor de Jung Yunho.

 Cuando se te quebró la voz en mitad de tu declaración, pensé que alguien iba a irrumpir en la sala para anunciar que no podías casarte conmigo — bromeó Yunho.

Jiyool había acudido en su ayuda, le había tirado del pantalón y le había dicho que no había terminado la frase.

 Mira cómo brilla tu anillo, umma — comentó Jiyool, recordándole que los gemelos los acompañaban.

Eran perfectos para evitar cualquier conversación adulta, pensó Jaejoong sonriéndoles. Bajó la mirada a su anillo de compromiso, que estaba al lado de la alianza. Cuando había ido a ponerle la suya a Yunho, le habían temblado tanto las manos que a punto estuvo de caérsele al suelo.

Yunho alargó la mano y les acarició la cabeza a los gemelos. No dijo nada. Jaejoong levantó la vista y él siguió sin hablar, pero el brillo de sus ojos oscuros le hizo sentir calor por todo el cuerpo.

Se habían convertido en esposos, para bien o para mal, ya estaba hecho.

Y el motivo estaba entre ellos, un niño y una niña con cara de alegría.

«¡Admítelo. Jaejoong!», se dijo a sí mismo con impaciencia. «Al fin y al cabo, y por mucho que hayas intentando luchar contra ello, estás exactamente donde querías estar».

El sol estaba empezando a ponerse cuando sobrevolaron una casa con jardín que hizo que a Jaejoong se le cortase la respiración.

Para llegar hasta allí habían utilizado el jet privado de Yunho, que los había llevado hasta el aeropuerto Internacional de Icheon, en Seúl. Después se habían subido a uno de sus helicópteros para viajar sesenta kilómetros más al sur y llegar a la casa de campo de los Jung.

Los gemelos estaban cansados después de tantas horas de viaje y no pareció impresionarles la primera vista de su nueva casa.

Por su parte. Jaejoong estaba empezando a darse cuenta del tipo de hombre con el que se había casado.

 Bienvenidos a la Villa Jung — murmuró Yunho cuando hubieron aterrizado — ¿Qué te parece? — le preguntó después a Jaejoong con curiosidad.

 Es… grande — fue lo único que pudo decir.

 No es un castillo — comentó Jiyool decepcionada.

 Parece que hoy no consigo complaceros — suspiró Yunho.

 He visto una piscina enorme — dijo Changmin — ¿Podemos bañarnos ahora?

 Bueno, tal vez pueda complacer a mi hijo — añadió Yunho.

Abrió la puerta, bajó y ayudó a descender a los gemelos, que echaron a correr como si les acabasen de abrir la puerta de una jaula. Jaejoong sintió pánico al ver que se alejaban.

 ¡U-Know, ve a por ellos! — gritó alarmado, intentando salir del helicóptero sin fijarse en lo alto que era.

Yunho se dio la vuelta justo a tiempo para sujetarlo con sus fuertes brazos. Sin pensarlo, Jaejoong puso los brazos alrededor de su cuello y se aferró a él.

 Sabía que te arrojarías de nuevo a mis brazos en cuanto vieses mi casa — comentó Yunho riendo.

 Muy gracioso. Déjame bajar.

Él dejó de reír. En vez de bajarlo al suelo, lo apretó más contra su cuerpo. Jaejoong supo lo que vendría después y se agarró con fuerza al cuello de su camisa.

 Yunho, no.

 Dios, Yunho, sí — lo contradijo él. Atrapando su boca con los labios.

Lo besó con avidez y Jaejoong sintió que un escalofrío lo recorría. Con un gemido sordo, de deseo, Yunho metió la lengua dentro de su boca, echando abajo todas sus defensas y haciendo que apoyase la cabeza en su hombro, con el corazón latiéndole a toda velocidad. Era horrible y maravilloso al mismo tiempo, porque Jaejoong necesitaba tanto aquel beso que no merecía la pena seguir intentando engañarse.

Lo deseaba. Estaba hambriento de él, confundido, loco y desinhibido, y le devolvió el beso con toda la pasión que tenía dentro. Cuando Yunho se apartó, él tenía los ojos llenos de lágrimas.

 Tenías que haberme hablado de ella — le dijo.

 No pude — respondió él con voz ronca — Ya te había hecho demasiado daño al abandonarte. No podía volver a hacértelo hablándote de ella.

 La querías…

 No — negó él con firmeza — No teníamos ese tipo de relación. Era mi amiga antes de ser mi prometida. Decidimos casamos porque nuestras familias lo querían, pero… ¡Maldita sea! — Murmuró — Era muy buena.

Jaejoong se estremeció y se preguntó qué habría sentido Yunho por aquella mujer para describirla sólo como buena.

 La quería, pero no como debía haberla querido. Ahora lo sé, pero por entonces no lo entendía — respiró entrecortadamente — Ella no necesitaba mi dinero porque tenía el suyo. No necesitaba que yo la elevase de categoría social porque ya estaba a mi altura. No esperaba demasiada pasión por mi parte y no le importaba que pasase más tiempo trabajando que a su lado.

 Si me vas a confesar que hacíais el amor por obligación, no quiero oírlo — le dijo Jaejoong.

 ¡Nunca hicimos el amor! — exclamó él, dejándolo por fin en el suelo y jurando en coreano.

Jaejoong se quedó allí, temblando, mirándolo con incredulidad. Eso no podía creerlo, conociéndolo como lo conocía.

 Antes de marcharme a Japón, nunca habíamos hablado de anular nuestro compromiso — continuó Yunho — pero sí dijimos que emplearíamos ese tiempo que estuviésemos separados en pensar acerca de ello.

 Eso me parece una excusa barata.

 ¡Lo sé! ¿Acaso crees que no soy consciente de ello? Utilicé esa excusa para convencerme a mí mismo cuando llegué a Tokio y te conocí. Por eso me olvidé de ti, para castigarme a mí mismo por haberte deseado más a ti que a ella.

 Entiendo que te culpes de su muerte, pero…

 ¿Qué dices? ¡Yo no la maté! Fue ella la que casi me mato a mí. ¡Ella conducía! ¿No has leído todos los artículos que Krystal colgó en Facebook?

Jaejoong negó con la cabeza.

 Temía encontrarme con fotografías desagradables.

 Las había — admitió Yunho — Tardaron horas en sacamos del coche. Yo no recuerdo nada, sólo que Boa estaba tensa, distraída, contándome algo… — se llevó un dedo a la frente — No recuerdo el qué, pero sí su tensión. Yo también estaba nervioso porque tenía que hablarle de ti, entonces… Dios — juró al ver que Jaejoong había empezado a llorar — No te pongas a llorar delante de mí, yobo — le advirtió — O no seré responsable de lo que ocurra después, ni de dónde ocurra.

Jaejoong controló sus lágrimas. Yunho murmuró algo más en coreano y luego se acercó para besarlo de nuevo.

 Tú…

 Cállate — le ordenó él, besándolo para que no hablase — ¿Es que no te das cuenta de cuándo un hombre está loco por ti? ¿No te parece suficiente haber hecho que me desmayase a tus pies?

 Eso fue porque te sentías culpable…

 ¡Fue al verte! Al ver tus bonitos ojos negros fulminándome.

Todavía estaban en la plataforma en la que había aterrizado el helicóptero. Ninguno de los dos se había dado cuenta de que el piloto se había marchado, ni de que ya no se oían las voces de los niños, ni de que desde las ventanas de la casa los estaban observando con interés.

Entonces. Jaejoong se acordó de los gemelos.

 Yunho, los gemelos han desaparecido. — Él retrocedió.

 Hay todo un ejército de empleados en la casa, todos ellos capaces de vigilar a dos niños, para que yo pueda ocuparme de lo que tengo aquí.

 ¿Y qué tienes?

 Un esposa. Mi pareja, encadenado en mí en más de un aspecto — lo agarró con más fuerza para que fuese consciente de que, físicamente, era su prisionero — Me quieres. Estás tan loco por mí como yo por ti. ¿Por qué no cedes y me lo dices para que pueda bajar la guardia y seguir adelante?

Jaejoong arrugó la nariz sin dejar de mirarlo. Se mordisqueó el labio inferior. El comportamiento de Yunho era descaradamente arrogante y confiado. Pero… había algo más en él que lo perturbaba en esos momentos.

 ¿Seguir adelante? — Él sonrió.

  No te preocupes, no vamos a ir a una cama infantil con una colcha color rosa.

 ¡Te acuerdas de todo! — exclamó Jaejoong.

 Humm.

 ¿Por qué no me lo habías dicho antes?

 Porque tenía que aprovecharme de tu lado más comprensivo hasta que te tuviese aquí — le explicó él — Tenía que permitir que pensases que me iba a desmayar cada vez que discutíamos.

 Eso es…

 ¿Vil, artero, apestoso? — sugirió Yunho.

 ¿Cuándo lo recordaste todo?

 En casa de Jun… — dijo él sin el más ligero rastro de arrepentimiento — Luego me pasé tres días encerrado en casa con mi hermano, durante lo que mi cerebro me bombardeó con las imágenes que había olvidado. No obstante, no te lo dije para que siguieses centrado en lo importante de verdad.

 Es decir, en ti.

 Y en lo que sentías por mí — añadió Yunho.

Los niños se acercaron corriendo, con varios empleados de la casa persiguiéndolos. De repente, parecían tan llenos de energía que Yunho suspiró.

 Supongo que no querrás decirme que me quieres antes de que terminemos esta conversación… — murmuró esperanzado.

«Antes me lo tendrás que decir tú a mí», pensó Jaejoong.

 ¡Umma, tienes que venir a ver lo grande que es la casa! — exclamó Changmin.

 ¡Es casi tan grande como un castillo! — Añadió su gemela entusiasmada — Y ellos… — dijo señalando a los empleados — no nos dejan meternos en la piscina.

 Yo creo que no nos han entendido cuando les hemos dicho que sabemos nadar — explicó Changmin.

 Yo creo que sí — dijo Yunho — Ya te castigaré más tarde por tenerme en vilo — añadió entre dientes dirigiéndose a Jaejoong.

 Eso suena… interesante — le respondió éste. De repente, notó que le levantaba del suelo.

 Perdonadnos, pero tenemos una… tradición que mantener. — Jaejoong se ruborizó, pero él sonrió a los niños.

 Vuestra umma está… cansado. Voy a llevarlo a la cama. Si de verdad queréis bañaros, utilizad la piscina cubierta climatizada, pero que os acompañen al menos dos adultos, ¿de acuerdo?

Los gemelos asintieron. Él asintió también, dio instrucciones a sus empleados y luego se dirigió hacia la casa.

 ¿Hay piscina exterior y piscina cubierta? — preguntó Jaejoong sorprendido.

 ¿Estás impresionado? — Él asintió.

 ¿Y esa… tradición de la que has hablado? — inquirió.

 Tenemos que negociar unos límites. Buscar un lecho conyugal. Y llevo un collar con un diamante, asquerosamente ostentoso, pero muy sexy en el bolsillo. Además, tengo que hacer cumplir otras tradiciones, pero ésas requieren ciertas palabras mágicas para… ponerse en marcha.

Jaejoong se abrazó más a su cuello y pasó la lengua por su labio superior. Él bajó la vista para observar cómo lo hacía, luego volvió a mirarlo a los ojos.

Jaejoong pensó que era tan sexy que casi no lo podía soportar, y el corazón se le aceleró. Yunho dejó de andar. La tensión aumentó.

 ¿Y?

Todavía estaban en el exterior, a unos pasos de la casa. Jaejoong se movió entre sus brazos, apretándose más contra su cuerpo.

 Dilo tú primero.

 ¿Lo que quieres es que te sirva mi corazón en una bandeja, verdad?

  Humm — dijo él asintiendo — Ya ves, todavía no te he perdonado por lo que me dijiste hace seis años…

Se refería a la llamada de teléfono. Yunho lo sabía, y sabía que iba a tener que esforzarse mucho en hacerle olvidar aquello.

 Tienes que saber, hermoso mío que esas palabras no salieron de labios de este hombre. Aquel hombre desapareció hace seis largos años y no reapareció hasta que no volvió a ponerlos ojos en ti. Si lo piensas bien, eso sí que es una declaración de amor.

Jaejoong pensó que tenía razón. Seis años antes, se había enamorado de Lee U-Know. Cuando lo había llamado por teléfono, ocho semanas después, había sido otro Yunho, diferente, roto, el que había contestado al teléfono.

 Está bien, me parece justo. Yo también te quiero — le dijo con voz temblorosa — Nunca he dejado de quererte en estos seis horribles años. Me alegro de que hayas vuelto a encontrarte a ti mismo, Jung Yunho, y, sobre todo, me alegro de que me hayas encontrado a mí.

Su expresión seria cambió con una sonrisa.

 Eso se merece un premio — le dijo él.

 Humm — murmuró Jaejoong — Eso suena… interesante.

La casa podía esperar. Jaejoong no se fijó en nada mientras Yunho lo subía por las anchas escaleras. Ni siquiera se fijó en el esplendor barroco del dormitorio en el que entraron, ni en la enorme cama en la que lo tumbó.

Sólo veía al hombre que acababa de tumbarse a su lado, con un collar con un enorme diamante en la mano.

 Te voy a hacer el amor hasta que creas que te estás muriendo — lo amenazó Yunho en un murmullo, con voz profunda, suave y sensual.

Jaejoong separó los labios para pasar la lengua por el diamante.

 Sí, por favor — accedió.

Fin

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Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…           



18 comentarios :

  1. me encanto y aclaradas todas las dudas de Jae a darle duro a el amor que tienen muchos años que recuperar mientras cuidan a los niños ellos a disfrutar de su luna de miel
    Gracias por compartirlo me encanto y mas el final

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  2. Woooo que bonito q buen final todos contentos.... esa petición final ahhhh . Q súper por el jajaja. Gracias x compartir besos. Muy lindo.

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  3. Me encantó esta historia! !! Especialmente el final...aun que jae debería haber hecho sufrir un pico más a yunho...jejejejeje.
    Gracias por compartir con nosotras!
    Espero que estés bien! Saludos!!!

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  4. Si Yunho hubiese hablado sinceramente desde el principio todo hubiese estado bien. Pero bueno es fic jajajajaja y tiene que haber drama. Me molestaba Yunho y mas Jaejoong, Yunho lanzaba comentarios desatinados, mentia y Jae estaba herido, pero nomas Yunho lo tocaba, Jaejoong se dejaba, feliz, incapaz de decirle no. Me molestaba q su relacion predomine la lujuria, la pasion, el deseo......porq yo considero q eso viene con la verdadera persona amada, pero sobretodo cuando hay respeto, me dejo entender. Cuando se suponia que Jaejoong debia ser fuerte y hacer respetar sus opiniones, no lo hacia, pues precisamente porq Yunho lo inquietaba sexualmente. No me gusto q Jaejoong tenga tan poca conviccion. A finales resulto que Yunho no amaba a Boa, pero la culpa estaba en el. Yo odio la infidelidad en todas sus formas, aunq aqui Yunho y Boa no se querian como pareja, si se querian como amigos. Odie la mentira de Yunho, su forma de proceder, de hacer las cosas y de imponer su voluntad. Yo en su lugar hubiera buscado la forma honesta, sincera y buena de hacer las cosas......pues eso jajajajaja eso basicamente, me gusto, si, pero como en todo fic habra cosas que te haraan molestar.....muchisimas gracias por todo, por subirlo continuamente, me gusto en verdad, a pesar de que me haya hecho rabiar jajajajaja. Un besote, mil gracias <3 :-)

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    1. jajajajaj Yosy con todo lo que escribiste se nota que la historia te tenia tramada, es bueno saber que te gusto y disgusto a la vez. A mi me pasa muy a menudo tambien ^_^

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  5. Waaaa!!! Qué bonito final!' Por fin juntos que cabezota Jae!! Debería tener continuación! :3 les viene una vida muy interesante :D gracias por compartir! Me encanto la historia :)

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  6. Que alegría que se perdonaron y casaron !! <3 <3 ahora son una linda familia y que crezca cada ve mas XD
    muchas gracias por la historia estuvo muy bonita ;)

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    1. Maricielo gracias por cada uno de tus comentarios, me alegra mucho de que te haya gustado la historia.
      Espero que sigas disfrutando del resto de historias del Blog ^_^

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  7. La actitud de yunho tan presumida jajaja ese es su defecto pero jaejoong lo ama asi. El ama tambien a jae. Muy bonito el final. Gracias por compartirlo amiga *.*

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  8. Me gusto mucho,difíciles las personalidades del yunjae ,pero eso no fue un obstáculo para que se amaran ,gracias.

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    1. Gracias Virginia por leer y Comentar, veo que estas muy juiciosa leyendo las historias. Me alegra mucho que te agraden.

      Un abrazo ^o^

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  9. por fin todo aclarado para que puedan vivir felices con su familia su amor revivió y creció..
    Gracias

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  10. Hermoso final, aunque lleno de dudas que al final se aclararon y que les permitirá ser felices para siempre, con una familia que ira creciendo, porque de seguro Jae ya estaba embarazado otra vez, no se cuidaron, y con los gemelos fue a la primera, mas ahora que lo hicieron mas veces, jajaja....

    Me encanto, gracias por compartirlo!!!

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  11. Sólo diré....😍😍😍😍
    Jae se rindió ante Yunho...😂😂😂

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  12. Precioso
    Excelente final
    Me ha gustado muchísimo
    Que bueno que aclararon todo!!!

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  13. No hay forma se no quedar toda enamorada de la seguridad de Yunho sobre el amor que Jae le tiene. Me encató que lo presionara haciendo uso de la sensualidad que podía despertar en Jae. Que le hablara de Boa fue bueno porque Jae no va a tener que lidiar con el.fantasma de ningun recuerdo. Lo unico que me deja curiosa es la actitud de mi Chunnie con Jae, receloso y sin atisvo de simpatia. Pero bueno todo por apoyar a su Hyung.

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