sábado, 2 de julio de 2016

Seducción Siliciana. Cap 3



Caterina te llevará a la suite de invitados para que puedas refrescarte; te explicaré el papel que quiero que representes mientras cenamos. Saldremos de Florencia a media mañana; como no tendremos mucho tiempo, después de desayunar nos ocuparemos de aprovisionarte con ropa adecuada para el fin de semana.

Tengo ropa — dijo Changmin, mirando la pequeña maleta que Pietro había dejado en el suelo de mármol del elegante vestíbulo del apartamento de dos plantas, situado en un palacio del siglo XVIII.


Hayami siguió la dirección de su mirada y, después de ver la maleta, recorrió su cuerpo y su rostro, con tanta atención que a él se le erizó el vello de la nuca.

¿Y qué es? ¿Unos vaqueros y una camisa?

¿Qué pasaría si lo fuera? — exigió Changmin.

Los eventos a los que quiero que me acompañes han sido organizados por mi hermano mayor para celebrar y conmemorar la entrega de títulos nobiliarios a mi familia. No son actos en los que los invitados luzcan vaqueros; por eso voy a contratar los servicios de una persona que se asegure de que llevas la ropa correcta.

Empezó a numerar eventos con los dedos y su esbeltez hipnotizó a Changmin. Pensó que tenía unas manos muy masculinas, más delgadas y de dedos más largos que las de su padre y hermanos, morenas y con las uñas bien cuidadas; sin embargo, aquí y allá podía ver pequeñas cicatrices blancas, como si la vena artística que denotaban las largas manos se hubiera manifestado otorgándole la creatividad de un escultor en vez de la de un pintor.

Mañana por la noche asistiremos a un cóctel. El sábado habrá una comida oficial en el castillo, con varios invitados de honor. Por la noche, habrá un gran baile de disfraces y las celebraciones concluirán con una misa especial el domingo.

Cóctel, comida formal, baile de disfraces y misa. El corazón de Changmin se encogía más con cada evento que Hayami añadía a la lista. No tuvo que rebuscar mucho en su memoria para evocar la infeliz y horrorosa escena de su primer y único intento de vestirse de forma elegante, y de los aullidos de risa de sus hermanos cuando apareció luciendo un traje de noche que un amiga de la universidad le había convencido para que se comprara para el baile de fin de curso. Simplemente, no era chico de trajes bonitos, y menos aún de trajes de cóctel. Cuando tenía que asistir a algún evento formal, se ponía un esmoquin con una camisola de seda.

Creo que sería mucho más fácil que eligieras a otra persona para que te acompañara — se sintió obligado a decir. Enrojeció cuando él lo miró de una manera que lo hizo sentirse como si estuviera pilotando un avión que hubiera perdido diez mil pies de altura de repente.

No dudo que lo creas — aceptó él, seco.

Seguro que conoces a docenas de jóvenes más adecuados para el papel.

Eso depende de la definición de adecuados — dijo él — Desde luego, conozco a muchos jóvenes que cuentan con la sofisticación y belleza necesarias para el papel, pero, como ya he dicho, cumplir con mis requisitos las llevaría a exigir determinadas compensaciones que no estoy dispuesto a otorgar. Sin embargo, contigo, aunque carezcas de lo que ellos poseen, tengo la ventaja de saber que cumplirás mis deseos al pie de la letra, para que tu hermano no pierda su empleo.

No veo qué importancia puede tener acompañarte a unos cuantos eventos sociales ni por qué requiere un voto de obediencia absoluta y que acepte tu control sobre mis actos — rezongó Changmin.

Tengo mis razones para querer que el joven que me acompañe a estos eventos se comporte de una manera que no deje lugar a dudas, a los ojos de nadie, de su total y absoluta entrega a mí y sólo a mí, y que al mismo tiempo actúe con dignidad y elegancia.

— Así que un deslumbrante conejito de Playboy cuyo modus operandi incluya no llevar ropa interior y beber cócteles como si fueran agua no encaja con lo que debes llevar colgado del brazo este fin de semana, ¿es eso? — preguntó Changmin con descaro.

Él se irguió en toda su estatura y le lanzó una mirada que habría hecho entrar en erupción al Etna, si hubieran estado cerca. Changmin admitió para sí que resultaba impresionante. Sin duda su comentario le había irritado.

Ese tipo de vulgaridad es exactamente lo que no quiero — corroboró él con frialdad — Y eso incluye la vulgaridad mental que da lugar a ese tipo de comentarios — añadió, amenazador. Lo miró con fijeza — Por suerte, tienes la suficiente educación para poder conversar inteligentemente con los invitados de mi hermano; si te preguntan por nuestra relación, te limitarás a decir que nos conocimos a través de tu hermano, que es uno de mis pilotos. Yunho, en concreto, querrá interrogarte. Mi hermano menor y yo tenemos razones para agradecerle a nuestro hermano mayor que cuidara de nosotros mientras crecíamos, y debo advertirte que intentará probarte para ver si eres digno de mí.

Los ojos de Changmin destellaron con resentimiento y Hayami movió la cabeza.

No saltes a conclusiones erróneas. La preocupación de mi hermano por tu valía no tiene nada que ver con tu estatus social. Querrá comprobar que no me harás daño, e intentará probarte en ese sentido, sugiriendo que puede ofrecerte mucho más que yo — arrugó la frente al oír el zumbido de su teléfono móvil — Hablaremos de esto en detalle durante la cena — le dijo a Changmin antes de contestar al teléfono.

Se alejó y dejó a Changmin mirando hacia la magnífica escalera de hierro forjado que subía desde el vestíbulo a la planta superior. A su pesar, no pudo evitar escuchar la conversación.



Sí, llevaré a alguien conmigo, Don Yunho. ¿Su nombre? — Hizo un pausa y miró Changmin — Se llama Shim Changmin.

El corazón de Changmin se aceleró y tronó durante seis latidos. Se dijo, pragmático, que era por culpa del hambre. Nada más.

Se concentró en los peldaños de mármol de la escalera. Tendrían que haber parecido fríos pero, en ese entorno florentino, parecían tan bellos y sensuales que deseó acariciar la piedra. No tenía nada de malo querer acariciar la piedra, pero se advirtió que no podía permitir que ese anhelo se trasladara a su dueño; lo sorprendió mucho sentir la necesidad de hacerse esa advertencia.

No tenía sentido que quisiera acariciar a Jung Hayami cuando apenas podía soportar estar en la mismo habitación que él.

El único mueble del vestíbulo era una gran mesa tallada y dorada, con la parte superior de ónice oscuro, sobre la que había un gran jarrón de alabastro con lirios blancos, que perfumaban suavemente el ambiente. Todo en el vestíbulo hacía que Changmin se sintiera incómodo y fuera de lugar; parecía subrayar su falta de sensualidad y al tiempo acentuar sutilmente la del entorno. Se preguntó si era el vestíbulo lo que lo hacía sentirse carente de sensualidad o Hayami en sí mismo.

Aunque fuera él, daba igual. Podía pensar lo que quisiera de él, se dijo Changmin, recurriendo a los mecanismos de defensa que había aprendido de niño. Había recobrado por completo la compostura cuando él concluyó su llamada y se volvió de nuevo hacia él.

Una joven, Changmin supuso que sería Caterina, apareció por una puerta situada al extremo del vestíbulo. Lanzó a Changmin una mirada aguda que si bien no era de bienvenida, tampoco era hostil.

Hayami le habló en italiano, pidiéndole que llevara a Changmin a la suite de invitados. Changmin, cuyo italiano era excelente, estaba pensando que tal vez sería buena idea no revelar su destreza, cuando Hayami se volvió hacia él.

Creo recordar, por tus múltiples solicitudes de empleo, que hablas varios idiomas, incluyendo el italiano — le dijo en esa lengua.

Así que había leído las solicitudes él mismo y aun así la había rechazado, a pesar de sus excelentes cualificaciones. Y debía de haberlo hecho por lo mismo que lo habían hecho sus hermanos a menudo, por razón de su sexo. Instintiva e inmediatamente, Changmin revirtió a otro de sus hábitos de infancia: el deseo de venganza. Sin detenerse a pensarlo, contestó en mandarín. Su destello de triunfo duró un instante; él le contestó en la mismo lengua.

Dado que Caterina no habla mandarín, supongo que tu decisión de hacerlo es un alarde exhibicionista más apropiado de un niño que de un joven adulto; eso refuerza mi creencia de que no eres un candidato adecuada para trabajar para mí — le dijo con voz fría.

¿En serio? Y yo que creía que eran mi sexo y mis hormonas lo que me impedía acceder al puesto — comentó Changmin con dulzura.




Acabas de encontrar la razón tú mismo, es tu inmadurez — le dijo Hayami, demoledor.

Él se preguntó con amargura, por qué diablos se había dejado llevar por el estúpido e infantil deseo de demostrar que no sólo era tan bueno como cualquier hombre, sino mejor. Se giró hacia Caterina y le habló en excelente italiano, ganándose una sonrisa encantada de la joven, que le explicó que era el ama de llaves de Hayami.

Cinco minutos después, Changmin se ganaba otra sonrisa aprobadora de Caterina mientras admiraba, con asombro y deleite, la suite de invitados a la que la había llevado.

Era obvio que el palazzo había pasado por un proceso de rehabilitación recientemente. Changmin admiró las fuertes y limpias líneas de las enormes habitaciones de techos altos, conectadas por una magnífica puerta de doble hoja. Aunque habían conservado las elegantes molduras de techo y las bellas puertas de madera tallada originales, habían enlucido las paredes, pintándolas de un tono marfil que parecía cambiar de color con la luz que entraba por las puertas de cristal que daban a un balcón con barandilla de hierro, situado sobre un jardín interior. El suelo de madera gris plateada reflejaba la luz y la combinación de una cama antigua con muebles más modernos, daba a la suite un aspecto acogedor, no de pieza de museo.

Caterina pulsó un control remoto con orgullo, revelando no sólo un televisión de pantalla plana, sino también un ordenador, un escritorio y un equipo de audio, discretamente ocultos tras un pared corredera.

¿Está bien? — preguntó a Changmin en coreano, invitándolo a alabar algo de lo que estaba claramente orgullosa.

Es maravillosa — corroboró Changmin en italiano — Una combinación perfecta de pasado y presente, un restauración respetuosa.

Caterina sonrió de oreja a oreja.

Este edificio y muchos otros pertenecían a la familia de la mamma del señor Hayami, y su hermano y ellos los heredaron. Han trabajado juntos para mantener viva la historia familiar, pero también para que sean habitables y cómodos hoy en día. Don Yunho tiene un puesto en el consejo que se ocupa de los edificios pertenecientes a las viejas familias florentinas, y hace que el señor Hayami done mucho dinero de su aerolínea para colaborar con las rehabilitaciones. El señor Hayami sabe que no puede negarle nada a su hermano. Don Yunho es quien tiene más poder, por ser el mayor.

¿Cuántos hermanos y hermanas son? — preguntó Changmin, curioso.

No hay hermana. Son los tres hombres. El señor Hayami es el segundo hermano.

El segundo, igual que él. Changmin arrugó la frente. No quería encontrar nada que los vinculara pero, como segundo hijo, él también debía de haber experimentado lo que era estar en medio, entre el poderoso mayor y el pequeño de la familia; teniendo que luchar siempre por mantener su posición y por el amor y atención de los adultos, y sin salirse con la suya tan a menudo como el consentido pequeño. Habría preferido seguir sintiendo aversión y resentimiento hacia él. Además, la situación de él había sido aún peor, al ser un docel entre dos chicos era casi como ser una chica. Al ser los tres del mismo sexo, Hayami y sus hermanos habrían creado vínculos más fuertes.

O tal vez habría tenido que competir aún más que él mismo. En cualquier caso, daba igual. Se negaba a sentir ninguna simpatía por él. Sólo tenía que pensar en cómo lo estaba tratando: con amenazas y chantajes.

Caterina se marchó, dándole tiempo para refrescarse antes de que tuviera que volver a bajar a cenar con Hayami y recibir sus instrucciones.

Además de la sala y el dormitorio, la suite contaba con un vestidor y un enorme baño, con una bañera rectangular empotrada en el suelo, en la que habría cabido una familia entera, y una zona de ducha de última tecnología.

Como no iba a tardar mucho en cambiarse, Changmin se permitió salir al balcón. Florencia… En ese momento, tendría que haber estado disfrutando de la magia de la ciudad, haciendo planes para visitar sus tesoros, en vez de estar allí, cautivo de un hombre que iba a utilizarlo para sus propios fines sin ningún resquemor.

Había oscurecido y lo único que veía del patio ajardinado eran varias zonas estratégicamente iluminadas por focos, que revelaban un largo y estrecho canal de agua, senderos de gravilla y plantas diversas. Una escalera descendía desde el balcón al jardín. Desde allí, se captaban los aromas del aire nocturno y, se dijo a sí mismo, también de la propia Florencia.

Media hora después, tras ducharse y ponerse unos vaqueros y una camisa, contestó al ansioso mensaje de texto de Chansung, inquiriendo si todo había ido bien. Le dio una airosa e incierta respuesta, asegurándole que no tenía por qué preocuparse y que él estaba deseando disfrutar de sus días de vacaciones en Florencia.

Caterina llamó a la puerta de la sala, entró y le anunció que había ido para escoltarlo de vuelta abajo.

En el vestíbulo, había varias puertas. Caterina lo llevó a una que se abría a un ancho corredor decorado con pinturas modernas y pergaminos medievales enmarcados. El conjunto funcionaba tan bien, que Changmin volvió a ser consciente de la armonía de la composición imperante en el entorno.

Al final del corredor, una amplia puerta se abría a una especie de terraza semicubierta, que daba al jardín interior. Allí lo esperaba Hayami.

Al igual que él, se había cambiado de ropa. Changmin, con un escalofrío, se preguntó qué tendría él que le permitía parecer elegante y al mismo tiempo arrogante y masculino. De perfil, sus rasgos le recordaron a los de los antiguos héroes romanos. Era fácil imaginar esa cabeza de pelo corto luciendo una corona de laurel. El corazón le dio un vuelco, como si esa magnética aura lo hubiera atraído y atrapado. Se dijo que no podía permitir que lo afectara así. Por más que poseyera un extraordinario atractivo viril y poder masculino. No se inmutaría por eso, no podía.

Tenía que impedir que esa fría mirada gris penetrara sus defensas y captara sus pensamientos más privados.

Grazie, Caterina — agradeció Hayami, con una sonrisa tan cálida, que los ojos de Changmin se agrandaron con sorpresa.

Era la primera vez que lo veía mostrar calidez humana, pero no entendía que eso le hubiera provocado un agudo pinchazo de melancolía. No tenía razón para sentirse molesto porque no le sonriera así a él.

Como lo que voy a decirte es confidencial y requiere privacidad, me pareció mejor que cenáramos aquí y nos sirviéramos nosotros mismos — le dijo en cuanto Caterina se marchó.

Fue hacia un bufé que había en una mesa, junto a la pared, compuesto por ensaladas y entremeses.

Hay distintos platos calientes. ¿Conoces la comida florentina? Si quieres que te explique alguno de los platos, sólo tienes que pedirlo.

¿Ha preparado Caterina todo esto? — se maravilló Changmin, uniéndose a él. Hayami negó con la cabeza.

No. Normalmente cuando estoy en Florencia como con amigos o cocino yo mismo, pero en esta ocasión encargué la comida a un restaurante cercano.

¿Sabes cocinar? — se le escapó la pregunta sin poder evitarlo, y él arqueó un ceja y le lanzó un mirada que lo avergonzó aún más.

Mi hermano mayor insistió en que aprendiéramos.

Hayami hablaba de su hermano mayor como si hubiera actuado como progenitor, sin embargo, Changmin sabía que el padre de Hayami aún vivía.

Diez minutos después, sentados ante un plato de bistecca alla florentina, una ensalada de tomates desecados, aceitunas y lechuga, y una copa de Sassicaia tinto, que Hayami le había explicado se hacía con uva Cabernet Sauvignon, Changmin sintió que se le hacía la boca agua. Sin embargo, su apetito empeoró un poco cuando Hayami empezó a explicarle lo que esperaba que hiciera a cambio de no despedir a Chansung.

Como ya he dicho, las celebraciones y ceremonias del fin de semana serán formales y, como segundo hijo de mi padre, se espera de mí que asuma mi papel como representante de los Jung. La familia es importante para todos los italianos, pero para los sicilianos el honor de la familia y el respeto que se le otorga son sagrados. Si Yunho se lo permitiera, mi padre seguiría tratando a aquellos que viven en tierras de los Jung como si le pertenecieran en cuerpo y alma.

Como notó el tono de odio y frustración de su voz, Changmin se esforzó por no dar su opinión al respecto.

Yunho, cuando llegue el momento, guiará a nuestra gente a una forma de vida más moderna, como debería haber hecho nuestro padre. Pero durante toda su vida nuestro padre ha controlado a los demás a través del miedo y la opresión, sin respetar siquiera a sus hijos. Ahora, en sus últimos meses de vida, espera que le demos el amor y respeto que él negó, deleitándose en ello, a los hijos de su primera esposa, mientras se entregaba por completo a la joven que suplantó a nuestra madre y al hijo que nunca nos dejó olvidar que habría deseado nos suplantara a nosotros. Algunos dirían que ha recibido su justo castigo al tener que vivir la muerte de ambos.

Changmin quedó demasiado atónito por las revelaciones de Hayami para esconder sus sentimientos. La deliciosa comida perdió todo su sabor de repente.

Debe haberos hecho mucho daño — consiguió decir.

No pueden hacerte daño cuando no te importa — dijo él. Pero Changmin percibió que a él sí le había importado.

Es importante que conozcas parte de la historia familiar más reciente para entender la importancia del papel que quiero que representes. Durante su vida, nuestro hermanastro, Yoohwan, fue el favorito y preferido de mi padre. De hecho, lo quería tanto que cuando, en su lecho de muerte, Yoohwan le dijo a nuestro padre que creía tener un hijo ilegítimo, éste insistió en que encontráramos al niño. No por él mismo, sino para utilizarlo como un sustituto del hijo que había perdido. Yunho consiguió encontrar a él joven que podría haber concebido un hijo de Yoohwan.

¿Y el bebé? — inquirió Changmin, arrepintiéndose de inmediato por presionarlo.

El bebé no era de Yoohwan. Sin embargo, será educado como miembro de la familia Jung, dado que mi hermano menor se ha casado con el tío del niño. Mi padre está tan obsesionado con Yoohwan que al principio se negó a aceptar que el hijo no era suyo, pero, tal y como ha dicho Yunho, es mejor que no lo fuera. En otro caso, nuestro padre habría repetido los errores que cometió con Yoohwan y arruinado otra joven vida. Si Yoohwan hubiera tenido un hijo, habría hecho cuanto estuviera en mi mano para que siguiera con su madre y para que ambos estuvieran a salvo de la interferencia de mi padre en sus vidas.

Hablaba muy en serio y Changmin se vio obligado a admitir que admiraba su postura.

Él se movió levemente, recordándole a un peligroso animal de presa, y dejó de pensar en el niño cuyo posible futuro acababa de describir y en su propia vulnerabilidad, para centrarse en él. Pero entonces vio la expresión de sus ojos, perdidos en el vacío, como si rememorara su pasado, y comprendió que él también tenía vulnerabilidades. Una vez también había sido un niño pequeño, solo y asustado, que necesitaba amor y protección.

Entonces vio que su boca y su expresión se endurecían y que dejaba atrás esa debilidad del pasado por pura fuerza de voluntad.

Hoy en día me considero afortunado por haber sido el hijo menos querido por mi padre. Fui al que más disfrutaba humillando, recordándome que sólo había sido concebido para ser un segundo hijo cuya utilidad llegaría a su fin el día que Yunho tuviera un heredero.

Changmin, que también había sido el mediano, había pensado que no sabía lo que era ser el primero, pero la crueldad que Hayami acababa de revelarle, sin emoción aparente, le pareció terrible. Tanto que estiró el brazo hacia él, en un instintivo gesto de consuelo, antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo. De inmediato, curvó los dedos hacia dentro y retiró la mano, sonrojándose al ver el gesto desdeñoso y la mirada ceñuda que había seguido su traicionero movimiento.

Para honra suya, Yunho hizo cuanto pudo para protegernos a nosotros y a él mismo. Siento mucho respeto y admiración por mi hermano mayor, y los tres hermanos compartimos un vínculo porque, a pesar de su juventud, asumió la obligación de que nos uniéramos y nos apoyáramos unos a otros. Mi padre pensaba que continuaría controlándonos hasta la madurez gracias a la lealtad que debemos a nuestro apellido y, por supuesto, gracias a su dinero. Pero, aunque Yunho insiste en que el apellido Jung se merece lealtad y respeto, los tres hemos conseguido, cada uno a su manera, la independencia económica y el éxito como nosotros mismos, no como hijos de nuestro padre. Incluso yo, el hijo que tildaba de segundón y de material de segunda.

Changmin tomó un largo trago de vino para controlar la indeseada oleada de compasión que sentía por él.

Por supuesto, para mi padre ningún hombre puede considerarse un hombre auténtico si no supera a los demás en todos los aspectos de su vida. Mi hermano menor está casado. Yunho, al ser el heredero, podría tener como esposa a cualquier joven que se le antojara, si así lo deseara. Si yo asistiese a las celebraciones del fin de semana sin un acompañante apropiado, sin duda mi padre repetiría públicamente que, a pesar de mi éxito en las finanzas, soy un fracaso como hombre. No puedo permitir y no permitiré que eso suceda.

Changmin entendía muy bien la necesidad de demostrar la propia valía.

Dudo que tu padre vaya a sentirse impresionado por mí — se sintió obligado a puntualizar.

Te infravaloras.

Él miró a Hayami atónito, mientras una sensación cálida y dulce se despertaba en su corazón, para desvanecerse cuando él siguió hablando.

No es tu aspecto lo que importa. Cualquier tonto puede comprar la compañía de un joven que se considere una belleza en los tiempos que corren, y la mayoría de los tontos lo hacen. Tú, por otro lado, cuentas con una autenticidad que proviene de tu carencia de belleza aparente; eso, unido a tu educación, hace mucho más factible el que pudiéramos tener una relación. Mi padre ve y entiende sólo lo que quiere ver y entender. Yunho, en cambio, no es tan fácil de engañar; por eso estarás a mi lado todo el tiempo y no permitirás que mi hermano mayor te involucre en ninguna conversación privada.

Si quieres que actúe como un novio que te adora y se pega a ti como un lapa, lo siento, pero…

Lo que quiero es que te comportes como lo haría cualquier joven inteligente, sofisticado y seguro de sí mismo: con dignidad y gracia, unidas a una lealtad total y absoluta, que clame, con más discreción que obviedad, tu devoción por mí.

Alcanzó la botella de vino y la extendió hacia él. Changmin negó con la cabeza, temiendo que si bebía más vino sentiría la tentación de decirle lo que pensaba sobre la idea de tener que simular devoción por él, ya fuera de forma discreta u obvia. Aun así no pudo controlar su lengua.

Entonces, supongo que no quieres que exhiba esa lealtad diciendo que preferiría abandonar la fiesta e irme a practicar el sexo contigo, ¿no?

Él le lanzó una mirada dura, mezcla de advertencia y desdén.

Sólo los inmaduros opinan que la vulgaridad sexual es atractiva. Además, ninguno de mis jóvenes ha necesitado pedirme que lo llevara a la cama. No hablarás, flirtearás, bailarás o desaparecerás con ninguna otra persona. Si te preguntan, dirás que nos conocimos a través de tu hermano y serás encantador y discretamente vago sobre cuánto tiempo ha pasado desde entonces, la naturaleza de nuestra relación, su pasado y su futuro, remitiendo a cualquiera que te pregunte a mí. Me tratarás como si estuvieras orgulloso de estar conmigo y como si me amaras. Por ejemplo, pondrás la mano en mi brazo y me dirigirás miradas íntimas, dejando claro a todos que no existe hombre sobre la tierra con quien preferirías estar, o que pueda ocupar mi lugar en tu corazón o en tu vida.

O sea que apenas tengo que hacer nada — ironizó Changmin, incapaz de resistirse.

Eres tú quien ha puesto en peligro la carrera profesional de tu hermano.

Pero eres tú quien me está chantajeando para que represente un papel que me resulta horrible — replicó Changmin — Si quisiera a alguien, sería un amor surgido del respeto y el compromiso mutuo. No algo… baboso y de adoración hacia mi «supuesto» héroe. Y si, en público, mirara al hombre al que amo como si quisiera llevármelo a la cama, sin duda, él estaría orgulloso y encantado de dejarlo todo para hacer exactamente eso.

Puede que ésa haya sido tu experiencia con amantes anteriores.

Mi experiencia no es asunto tuyo — Changmin dio gracias porque su falta de ella tampoco lo fuera, comprendiendo que la conversación empezaba a tomar un giro peligroso.

Dudaba que un hombre como Jung Hayami pudiera entender que un joven de su edad careciera de experiencia sexual, excepto para decir que esa lacra reforzaba la pobre opinión que tenía de él. Se dijo que no podía resultarle nada fácil tener que depender de él para que cumpliera un papel que consideraba esencial, cuando lo desdeñaba y sentía tanto desagrado por él.

Si realmente quieres que mi actuación como tu enamorado y discreto amante funcione, tú tendrás que comportarte públicamente como si me quisieras en ese papel — apuntó Changmin.

Bastará con que te haya invitado a acompañarme.

Changmin pensó, incrédulo, que su arrogancia se llevaba la palma. Oyó un pájaro cantar en el jardín interior y volvió la vista hacia el sonido.

Tu jardín está precioso.

Tengo que advertirte que no entres en él — le informó Hayami — Ahora repasaré todo contigo, para asegurarme de que lo has entendido. Mañana por la mañana, después del desayuno, te llevarán a comprar un traje adecuado para el fin de semana. Te tomarán medidas y las enviarán a una agencia de vestuario teatral de Milán, que te buscará un disfraz acorde con el mío y lo enviará a Sicilia en avión. Después de comer saldremos para Sicilia. En esta ocasión, pilotaré yo. Mi hermano nos recibirá cuando lleguemos al castillo y serás bienvenido formalmente como mi amante actual.

¿Cómo vas a explicar mi súbita desaparición después del fin de semana? — le preguntó Changmin con curiosidad.

Fácilmente. Durante el fin de semana habré descubierto que empezabas a aburrirme.

No me sorprende — se atrevió a decir Changmin — Yo mismo estaría en peligro de muerte por aburrimiento si me pareciera en algo a la insípida criatura que pareces considerar perfecta.



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6 comentarios :

  1. Hermoso y muy divertido adoro la personalidad q le pones a minnie y espero la continuacion

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    1. ADara mil gracias por el comentario. Espero que sigas al pendiente de la historia. ^_^

      Un abrazo.

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  2. Me encanta que Min no se deje de todo lo que le dice Hayami, aunque... siento que Hayami quiere que actue así Min es porque quiere demostrarle a su padre que hay alguien que muere por el aun siendo un segundon como él le dijo.

    Haber que pasa en esas benditas reuniones.

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    1. Es verdad, Hayami quiere mostrarle lo mejor a su padre, pero Min no se la pondra facíl... bueno es Min y sabemos como es

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  3. Me sigue gusta lo obstinados que son me encanta que Changmin tenga siempre con que responderme y su que Hayami pide bastante pero vernos que sucede mas adelante

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  4. Definitivamente Hayami no va a descanzar hasta que su padre vea el horgullo de hijo que es. Creo que todo el teatro le resultaría más creible si en lugar de sacar a relucir los contras de ChangMin le diera un voto de confianza. Juro que me encanta su juego de "Si me pelliscas yo voy a pelliscarte tan fuerte que desearas jamás haberte topado conmigo" ChangMin tiene siempre algo para revertir sus puntos es realmente divertido leerlos jaja. Creo que Hayami no se ha dado cuenta de todo cuanto ha revelado a ChamgMin, no lo conoce y sin embargo le a confiado su vulnerabilidad sin siquiera pensar que puede usarlo en contra suya. Eso resulta tan intimo. No puedo esperar a que comiensen a sentír que se mueven el tapete jajaj

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