lunes, 25 de julio de 2016

Seducción Siliciana. Cap 11


Llevaban casi dos horas en el aire. Había visto el Etna desde arriba, aguantando la respiración cuando Hayami se acercó al volcán, y los restos de las maravillas arquitectónicas creadas por las civilizaciones que habían llegado a la isla y dejado su impronta en ella. Hayami le había hecho un resumen de las culturas que habían ejercido su influencia en la isla, y él había captado su cinismo cuando aludió, por encima, a los aspectos feudales de la intervención de su propia familia en la historia de Sicilia.


Habían sobrevolado Palermo, que se extendía bajo ellos en su desvaída gloria, rodeada de cítricos y olivos, y se dirigían hacia la costa y el hotel donde, dada la hora, almorzarían.

Yunho fue el arquitecto que dirigió el proyecto del hotel al que vamos, y Yoochun, mi hermano pequeño fue el constructor. Forma parte de un nueva empresa fraternal: un complejo de lujo en Capo d'Orlando, cerca de Cefalú, con vistas al mar Tirreno. Mi contribución fue la pista de aterrizaje y el acceso directo en helicóptero del aeropuerto de la isla al complejo. También queremos proporcionar acceso por helicóptero a las islas Eolias. Si miras a tu derecha, verás el cabo del que hablo.

¡Qué preciosidad! — exclamó Changmin, al ver las playas de arena blanca, acariciadas por olas color turquesa. El complejo turístico de Cefalú era un pintoresco conjunto de pequeños grupos de casas de estilo mediterráneo.

Esta zona de la isla ha vivido bajo el dominio de varias civilizaciones, pero decidimos adoptar un estilo de arquitectura árabe. Estamos llegando al helipuerto — añadió Hayami, después de dar su posición. Poco después recibió permiso para aterrizar.

Rodeó una alta torre, que se alzaba por encima del complejo color arena que había bajo ellos, y realizó un diestro y perfecto descenso. Changmin pensó que la torre y la pista de aterrizaje combinaban la belleza de la arquitectura del pasado con el milagro de la ciencia aérea del presente.

Un equipo de auxiliares de tierra esperaba para realizar las comprobaciones pertinentes. Hayami abrió la puerta y bajó del aparato en cuanto dejó de hablar. Changmin se dirigió hacia su puerta, pero antes de que pudiera bajar, se encontró con la mano de Hayami, ofreciéndole su apoyo. Sintió la tentación de rechazarla, pero se recordó el papel que estaba representando. Ésa era la única razón por la que permitió que Hayami lo sujetara; no tenía nada que ver con el ritmo desbocado de su corazón ni el estallido de placer que le provocó su contacto. En absoluto.

Pero, entonces, ¿por qué estaba casi apoyándose en él, retrasando el momento de que lo soltara?

Anhelaba quedarse apoyado en él, inhalando su aroma y con la libertad de posar la mano sobre su pecho y sentir los fuertes latidos de su corazón. Cuando un joven amaba a un hombre de verdad, sólo deseaba una cosa: su cercanía, su fusión, la certeza de que ningún otro hombre ocuparía su lugar. Pero él no amaba a Hayami, ni de verdad, ni de ninguna otra forma.

Hayami se preguntaba, con amargura, cómo un joven podía haber traspasado sus defensas de forma tan fácil e impactante. Casi lamentaba que el vuelo hubiera acabado, porque había disfrutado mucho de la intimidad y la conversación que habían compartido.

Por aquí — Hayami dejó de sujetarlo, pero no soltó su mano — Hay un ascensor que baja al vestíbulo del hotel — lo informó, guiándolo hacia una elegante escalera de piedra caliza que descendía desde el helipuerto a un patio.

Segundos después de entrar en el ascensor salían al vestíbulo del hotel. Al fondo se veían un restaurante y un bar, y tras ellos un amplia terraza con vistas al mar.

Muchas mesas estaban ya ocupadas, pero Changmin notó que los conducían a la mejor situada. Una joven alta e impecablemente arreglada cuyo único defecto, a juicio de Changmin, era un exceso de joyas de oro, volvió la cabeza hacia ellos.

¡Hayami! — Exclamó — Qué alegría. Ahora mismo estaba hablándole de ti a Luca, diciéndole cuánto deseaba verte de nuevo.

Ignorando a Changmin, la joven abrazó a Hayami y alargó el momento del intercambio de besos, supuestamente amistosos. Después siguió agarrada al brazo de Hayami.

Fue una sorpresa maravillosa que tu padre me invitara a asistir al baile. Estoy deseando ir. Recuerdas a Luca, mi primo, ¿verdad?

Hayami inclinó la cabeza con educación, pero sin interés. Sofia era la última persona a la que había esperado ver en el restaurante. Era típico de su padre haberla invitado, a ella precisamente, al baile de esa noche. Sin duda había tenido la esperanza de revivir sus viejas heridas, pero estaba perdiendo el tiempo. Viéndola y escuchándola, Hayami se maravilló de haberla encontrado atractiva alguna vez. Percibía la avaricia en su mirada y en la mano posesiva que aferraba su brazo.

Su primo, por lo que recordaba, llevaba años escoltándola cuando no había un marido de por medio, y se rumoreaba que también se acostaban, cuando no tenían con quién compartir su cama. Luca, que era un década mayor que Sofia y rondaba los cincuenta, había centrado su atención en Changmin. Hayami dio un paso hacia él, ignorando la posesiva mano de su ex amante.

Por favor, discúlpanos, Sofia, hemos tenido un mañana muy ajetreada y sé que Changmin está deseando almorzar.

¿Changmin? — cuestionó Sofia, sonriendo a Hayami, como si ni siquiera se hubiera percatado de su presencia.

Mi… compañero — afirmó Hayami.

Changmin pensó que era su compañero en mentiras y engaños. Pero no en el sentido real de la palabra, como Hayami acababa de insinuar.

Empezó a atar cabos. Teniendo en cuenta la forma en que Sofía hablaba de su antigua relación con Hayami, y lo que él le había contado sobre un antiguo amor que lo había decepcionado, llegó a la conclusión natural de que habían sido amantes. Hayami, sin duda por orgullo masculino, quería que Sofia pensara que Changmin estaba ocupando su antiguo lugar en su vida y en su cama. Se preguntó si Hayami había sabido que Sofia asistiría al baile y si ésa era la razón por la que lo había chantajeado para que lo acompañara.

La razón tendría que darle igual. Sin embargo, Changmin admitió para sí que le importaba. No pudo evitar compararse con la elegante y segura Sofia, que se agarraba al brazo de Hayami como si siguieran siendo pareja, desplazando a Changmin a un lado. Sofia tenía un aura que dejaba claro que era una mujer de mundo y con mucha experiencia sexual. La clase de joven que Hayami preferiría tener en su cama.

Estoy segura de que a Changmin no le importará que comamos con vosotros. Este hotel es maravilloso. Tu padre tuvo la amabilidad de recomendármelo. Me dijo que es tuyo y de tus hermanos, Hayami.

Changmin no había sabido que Hayami era uno de los propietarios del hotel. Tal vez debería haberlo supuesto cuando él le dijo que los tres hermanos habían participado en la construcción del complejo. Igual que tendría que haber imaginado que tenía razones ocultas para insistir en que lo acompañara durante el fin de semana.

Hayami, al verse obligado a aceptar la indeseada compañía de Sofia, pensó que a su padre le habría encantado ver el resultado de su interferencia. Sabía que había sido ingenuo, tanto emocional como físicamente, cuando la conoció, pero al verla de nuevo, tantos años después, admitió que tenía que haber sido más ingenuo de lo que había creído, para haberla encontrado remotamente atractiva. Al lado de Changmin parecía chabacana y barata, tan falsa como las imitaciones de bolsos «de marca» que vendían a los turistas en los mercadillos callejeros de Florencia. Mientras esperaban a que añadieran cubiertos a la mesa, Sofía no dejó de hablar y aludir a personas y lugares que formaban parte del mundo de la jet set que tanto despreciaba y odiaba Hayami; cuando por fin pudieron sentarse, él anhelaba el respiro de la conversación directa y mordaz de Changmin, mucho más variada e interesante.

Dime, Changmin, ¿hace cuánto que conoces a Haya? Él y yo estuvimos unidos mucho tiempo, y no creo que sea ningún secreto que me habría pedido que me casara con él si se lo hubiera permitido. Pero entonces éramos muy jóvenes, demasiado, para saber la suerte que habíamos tenido al encontrarnos. Y, por supuesto, yo seguía trabajando como modelo y viajaba mucho; el pobre Hayami sentía muchos celos de los hombres guapos y ricos que querían salir conmigo, ¿verdad, cariño?

Me temo que no lo recuerdo — le dijo Hayami — Como has dicho, ocurrió hace mucho tiempo.

Oh, vamos, Haya — intervino Luca — Estabas loco por Sofia y todos lo sabíamos. ¿Recuerdas ese brazalete de diamantes que le compraste en Cartier? También querías comprarle un anillo, pero te recomendé que hablaras con ella antes de hacerlo.

Changmin, que había tenido mucha hambre, descubrió que había perdido el apetito. Era ridículo sentir celos de una relación del pasado, de un hombre que nunca podría tener, pero los sentía. Y eso le dolía terriblemente.

Aquí sirven pescado fresco de la zona. Te lo recomiendo — le dijo Hayami a Changmin, ignorando el comentario de Luca. Había olvidado por completo el brazalete de Cartier, comprado, no por capricho, sino porque Sofia había dejado muy claro que lo quería. En ningún momento habían hablado de un anillo. Pero no podía decir que no habría estado dispuesto a comprarle uno durante los primeros meses de su relación, antes de comprender la verdad sobre ella.

¿Qué disfraz llevarás esta noche, Haya? Estoy emocionada con asistir al baile. Es un evento muy prestigioso y exclusivo.

No lo creas, Sofia. Es una celebración privada de un evento histórico familiar.

No un de esas reuniones de famosos que tanto te gustan.

Sofia hizo un mohín.

Caro, estás siendo demasiado modesto. Tu padre me advirtió que había invitado a los editores de las páginas de sociedad de al menos dos de las revistas más prestigiosas.

Eso era nuevo para Hayami, y no le gustó nada. Sospechaba que a Yunho tampoco le gustaría. Un ejemplo más de cuánto le gustaba a su padre inmiscuirse. Tendría que advertir a Yunho que revisara la lista de invitados.

¿De qué irás disfrazada tú? — Le preguntó Hayami a Sofia — Deja que adivine, ¿de Lucrecia Borgia?

Ella soltó una risa aguda y chillona.

Qué malo eres, Haya; siempre tuviste un sentido del humor muy malicioso. No, iré disfrazada de Pauline, la hermana de Napoleón, la esposa que tu antepasado quería para su hijo. ¿Te ha contado ya Hayami algo de la historia de su familia, Changmin?

Un poco… — empezó Changmin.

Hemos estado demasiado ocupados hablando de nuestro futuro para dedicar tiempo al pasado — lo interrumpió Hayami con voz fría.

Ah, caro, ¿recuerdas los planes que teníamos sobre nuestro futuro? — le preguntó Sofia con voz suave, poniendo la mano sobre su brazo.

Una hora después, Changmin decidió con enfado que se merecían el uno al otro, mientras intentaba no sentir lástima de sí mismo. Aunque las respuestas de Hayami eran breves y cortantes, era obvio que Sofia creía que aún sentía algo por ella, o no habría sido tan persistente. Changmin no lo dudaba, a pesar de que, seguramente por orgullo, él estuviera simulando que no era así.

Por fin llegó el momento de abandonar el restaurante. Sofía había alargado el almuerzo lo más posible, pero no había conseguido persuadir a Hayami para que le permitiera alojarse en el castello. Tampoco pudo persuadirlo para que subiera a su suite para demostrarle cuánto seguía apreciando el brazalete de Cartier que, por lo visto, llevaba con ella.

Hayami y Changmin volaron de vuelta al castello casi en silencio. Cuando Hayami le dijo que tenía que comentar algo con su hermano, Changmin se alegró de poder retirarse solo a la suite, para enfrentarse en privado al descubrimiento que había hecho antes de salir del hotel.

Había sido en el vestíbulo, cuando se despedían. Sofía había estado muy empalagosa con Hayami, pero cuando Changmin la vio besarlo en la boca con tanta sensualidad que él alzó las manos y agarró sus brazos para apartarla, la horrible verdad la había confundido. Lo quería. Cómo, desde cuándo y por qué eran preguntas a las que no podía responder. Pero eso no cambiaba la cruda realidad. De alguna manera, sin que él lo deseara y sin que supiera cómo había ocurrido, él le había robado el corazón con tanta facilidad como sus antepasados habían despojado a la gente de sus tierras.

Changmin siempre se había creído poseedor de sentido común y determinación, pero eso no le impidió derramar unas dolorosas lágrimas en la privacidad de la suite, acurrucado en la cama que había compartido con Hayami como amante fingida. Nunca la compartiría con él como un joven que lo amaba y cuyo amor era correspondido.

Decidió aprovechar para ducharse, lavarse el pelo y prepararse para la velada antes de que Hayami regresara. Se preguntó qué ocurriría esa noche. Si seguirían compartiendo la suite o si, a pesar del claro rechazo de Hayami durante el almuerzo, sería Sofia quien pasaría la noche en la cama con él.




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10 comentarios :

  1. Hola hola, adoro tu blog!!!!...

    De vez en cuando paso a leer por aquí...

    Esta historia está genial... pobre de éstos jóvenes enamorados, tan orgullosos e inseguros de sus sentimientos, pero estoy segura que cuando los hayan aceptado, su entrega será memorable y total.

    Por otro lado, me quedé en suspenso con respecto a la relación del YooSu... quienes también poseen un corazón ardiente y están luchando por no admitir su amor.

    Ojalá pronto me entere de ellos...

    Saluditos desde México*

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    1. Hola Lolita!!!
      Mil gracias por comentar ^_^ La verdad, cuando algien comenta esta historia me pongo muy feliz. Es que me da la impresión de que no le gusto la historia a la gente, por lo que nunca comenta.

      Gracias y espero que sigas disfrutando del blog. Un abrazo

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  2. Hola.. esta buenisima la hostoria me encanta esta parejame parece q la pasion les brota por los poros a los dos y todavia no lo admiten.tal ycomo changmin lo sueña con un amante como hayami...sigo esperando para ver q sucede.bendiciones. y me muero por saber de yunho y su bellezaes decir jae...

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  3. Disculpa la falta de ortografia o errores de escritura en mi comentario anterior..es la emocion de la historia

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  4. Me gustó la historia del Yoosu y también la del Hayamin y estoy esperando con ansias el Yunjae ya que todas son hermosas soy de Ecuador y estoy esperando con ansias el desenlace de Seducción Siliciana y de Novio Olvidado

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    1. Katherine gracias por tu comentario. ya estamos cerca de inciar con la historia del YunJae.
      Un abrazo

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  5. Ooodio a esa tipa!!! y al tipo también por que al parecer le gusto Min, ayy no se que vaya a pasar en esa fiesta.

    Y el padre metiendo su cuchara donde no le llaman ¬¬

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  6. Changmin de dio cuenta que se enamoro >< pero Hayami también siente algo por el solo que su orgullo y su trauma de que lo dejen no lo deja ver la realidad god y esa tipa de quinta aish que metiche ahora que pasara en el baile que intriga

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  7. Oh Por Diooos pobre Changmin asceptar el sentimiento luego de sedcubrirlo de esa manera. Tengo ganas de darle un zape a Hayami por no haber hecho nada... dejó que ese par de oportunistas se buerlaran e hirieran a Changmin. No vie en nungun momento que que Hayami hiciera intento de defender a su "Compañero" a quien le exigió reprresentar un buen papel como "amante leal" lo siento estoy muy molesta con Hayami.😈

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