El Acuerdo. Cap 21

- ¿Ya has pensado en algún nombre? – preguntó el vampiro contra la perfecta oreja de su salcor.

Eran los últimos minutos de oscuridad antes de que amaneciera, y el vampiro había decidido tomarse unos momentos para estar con su esposo. Ambos se habían sentado en el pasto, con el muy embarazado rubio apoyado contra el pecho del moreno. Y aunque no estaban completamente solos ya que los guardias estaban apostados alrededor del par, estaban lo suficientemente lejos como para darles privacidad.

El rubio apoyó sus manos sobre las de su esposo en su muy hinchado abdomen y suspiró satisfecho.

- ¿Nombre? ¿Qué nombre? – preguntó acariciando las grandes manos distraídamente.

Yunho apoyó la mejilla sobre la corinilla de la cabeza rubia y sonrió. Jaejoong era distraído de por sí, pero últimamente estaba más distraído que nunca. Era adorable ver su cara de confusión.

- Un nombre para ellos – respondió el joven rey acariciado levemente a sus bebes. Jaejoong rió encantado al darse cuenta hacia donde iba la conversación.

- Me gusta uno para niña que estuve hablando con umma hace unos días. Yuna…

- ¿Yuna? Ese es mi nombre pero en versión femenina…

- ¡Por eso! Jung Yuna… ¿No te gusta? – preguntó el muchacho girándose para mirar a su marido con un mohín de lo más lastimero.

Yunho se carcajeó fuerte al ver la expresión en el rostro de Jaejoong y besó el mohín hasta que este desapareció por completo.

- Como quieras… pero ponerle diminutivos va a ser un poco difícil.

- Cierto…

Yunho estrechó a Jae con más firmeza y sonrió.

- ¿Y nombre de niño?

- Estaba haciendo combinaciones con nuestros nombres. YunJae, Jaeyun, Joongho, Hojoong

Yunho arrugó el rostro aprovechando que el rubio estaba distraído. No le gustaba ninguno, pero no era algo que quisiera confesar.

- ¿Y qué tal el nombre de tu padre? – sugirió el moreno tratando de disuadir a su esposo de un nombre como Hojoong

- ¿Jisub? No… son dos bebes, no puedo dividir el nombre de appa en dos. Tienen que ser nombre nuevos.

- Vamos a tener que comprar un libro para los nombres entonces, porque no se me ocurre ninguno.

- Podemos preguntarle a mi umma, nombró a nueve bebes después de todo.

- Cierto, no lo había pensado.

Justo en ese momento Siwon se acercó a la pareja e hizo una reverencia al detenerse frente a ellos.

- Su majestad, el sol saldrá en menos de cinco minutos.

- ¿Tan pronto?

- Si, su majestad.

- De acuerdo, gracias.

Con otra reverencia Siwon se fue y Yunho suspiró profundamente. Sin muchas ganas se levantó y ayudó a Jaejoong a que se pusiera de pie con cuidado. Como si hubieran sido llamados, Junsu y Yoochun salieron por la puerta trasera seguidos de Donghae.

Yunho miró de reojo a su amigo elfo mientras conducía a su esposo hacia una de las bancas del jardín.

- No te vi en toda la noche, Hae… ¿Dónde andabas metido?

- ¿Yo? Ahhh, nada importante. Solo fui a casa…

- ¿En serio? ¿Y quién te mordió el cuello de esa manera?

La mano del elfo se fue inmediatamente hacia las marcas que había estado seguro había cubierto adecuadamente antes de volver al castillo. En cuanto se encontró con la molesta mirada conocedora de Yunho sus mejillas se tiñeron de rojo al instante.

- Es bueno saber que te dejó suficiente sangre para sonrojarte al menos…

- Cállate – refunfuño el elfo

Los salcor y el vampiro se rieron del él sin piedad. Jaejoong era el esposo de Yunho y no había nada que el vampiro no le dijera, incluyendo por alguna razón la fascinación que Donghae sentía por Eunhyuk, que hace unas semanas se había convertido en una especie de relación.

- Solo asegúrate de que cuidas de mi Jae y no te pasas todo el rato con la cabeza en las nubes, ¿Ok?

- Sé cómo hacer mi trabajo, señor rey vampiro.

Yunho sonrió y se inclinó para besar a Jaejoong por unos momentos, una de sus manos acariciando el rostro de su esposo y la otra acariciando suavemente el vientre donde estaban sus bebes.

- Hazme un favor, y cuídate para mi ¿Si?

- Si… ¿Te veo en una hora?

- Estaré esperando…

Con un beso en la frente del salcor, Yunho se despidió de los otros tres presentes y se metió en la mansión. Dejar a Jaejoong allí fuera se hacía cada día más difícil para el vampiro, pero no había nada que pudiera hacer al respecto así que no le quedaba más que aguantarse. Subiendo las escaleras se cruzó en el camino con Minzy y le pidió a la muchacha que le subiera algunas toallas, porque quería tomar una ducha. Esta asintió y salió disparada a hacer lo que se le había pedido.

Yunho tomó una ducha lo más calmadamente que pudo y se cambió en ropas cómodas para esperar a que su esposo volviera. Justo cuando estaba por acomodarse en la cama a leer uno de los informes que había dejado pendientes, lo escucho. Un grito. Seguido de sonidos pelea. Jaejoong. La sangre se le heló al instante.

- ¡Jaejoong!

Prácticamente ciego de preocupación, el vampiro corrió escaleras abajo hacia la puerta trasera que lo separaba de su esposo. Pero antes de que pudiera tomar el picaporte diez de sus soldados le impidieron el paso, aferrándose a diferentes partes de su cuerpo. Yunho gritó y rugió quitándoselos de encima con violencia, haciendo que volaran por los aires, pero los malditos simplemente no se rendían y simplemente más de ellos venían hacia él.

- ¡Su majestad! ¡Su majestad! ¡YUNHO!

El vampiro enfocó la mirada en Siwon, que estaba parado frente a él con un labio sangrante y un corte en la mejilla.

- El sol está en lo alto, no puede salir. Morirá.

Yunho lo escuchó, pero los sonidos de pelea que provenían del exterior sonaban mucho más fuerte para él.

- No interesa… Jaejoong está allí… ¡JAEJOONG ESTA AFUERA!

- Odio decirle esto, señor, pero no hay nada que podamos hacer…

Y aunque Siwon parecía realmente acongojado por lo que estaba sucediendo, Yunho lo odió. Lo odió a él, al sol, a quien sea que estaba allí afuera con su esposo y sobre todo se odió a si mismo por poner a su Jaejoong en esa situación. Por hacerlo el blanco del odio de las criaturas. Por ser el verdadero blanco de esas criaturas y que su pobre Jaejoong estuviera en el medio. Y todo ese odio lo descargó en el puñetazo que le propinó a Siwon en toda la mandíbula.

En cuanto el capitán tocó el suelo inconsciente, Yunho recomenzó la pelea con sus propios soldados, tratando de llegar a la puerta que estaba tan cerca pero tan lejana. Y entonces no se escuchó más nada. Los gritos y la pelea terminaron y no se escuchaba nada. Aun sostenido por varios de sus guardias Yunho se quedó inmóvil esforzando sus oídos a tratar de captar algo… lo que sea…

Entonces ante él apareció Yoochun, cargando con un inconsciente Donghae que parecía estar sangrando hasta morir. Yunho perdió toda la fuerza en las piernas y se desplomó sin más en el suelo. No…

Al ver que su rey no iba a hacer nada por el elfo desangrándose en el suelo, cuatro soldados lo tomaron de los brazos de Yoochun y se lo llevaron lo más rápido y lo más cuidadosamente posible hacia la enfermería.

Yunho estaba completamente perdido. Aunque tenía los ojos abiertos no veía, aunque tenía voz no emitía sonido, aunque su cuerpo estaba lleno de energía de repente no tenía ni ganas de parpadear. Jaejoong… Jaejoong…

- Hyung… ¡Hyung! ¡Escúchame Hyung! ¡Jaejoongie hyung no está muerto! ¡Lo secuestraron y te necesita, hyung! ¡Jaejoong te necesita!

Lenta, muy lentamente las palabras fueron cobrando sentido en su mente turbulenta. Jaejoong vivo… Jaejoong secuestrado… Jaejoong lo necesitaba… Con un esfuerzo atroz logró parpadear y enfocar la mirada en Yoochun, que presentaba un aspecto bastante abatido que parecía estarse curando frente a sus ojos.

- Jaejoong… ¿Dónde está mi Jaejoong?

- Se lo llevaron, hyung… Los demonios salieron de la nada y eran demasiados. Peleamos cuanto pudimos, pero no pudimos detenerlos. Dos de ellos subieron a Jaejoong hyung a un palanquín y se fueron. Uno de ellos me dijo que te contactarán…

Yunho tomo una buena bocanada de aire, tratando de concentrarse. Jaejoong estaba vivo y si querían contactarlo era porque lo iban a mantener así un tiempo. Pero como no tenía idea de cuánto, el vampiro se tenía que mover rápido. No importaba lo lleno de miedo y odio que estuviera, su esposo necesitaba que pensara con mente fría.

Cuando logró tranquilizarse lo suficiente para dejar de temblar, Yunho levanto la mirada y se dio cuenta de que faltaba alguien junto a Yoochun.

- Yoochun… ¿Dónde está Junsu?

Yoochun sonrió sin humor.

- Susu los está siguiendo. Podemos desaparecernos como queramos, hyung. Esta averiguando a donde se llevan a hyung. Somos expertos en escondernos de las demás criaturas. Volverá a salvo. 

El moreno sintió la debilidad tomando presa de su cuerpo una vez más. Por suerte Yoochun estaba allí para sostenerlo.

- Gracias… Yoochun… gracias.

- Traeremos a hyung a casa a salvo. No te preocupes. Concéntrate en solucionar este lio.

Yunho se concentró en respirar profundamente varias veces, recordándose una y otra vez que Jaejoong estaba vivo y que Junsu estaba siguiéndolo. Jaejoong estaría a salvo aunque el muriera en el intento. Pero si moría se llevaría a los hijos de puta de los demonios con él… de eso no había duda.

Levantándose del suelo con la ayuda de Yoochun, Yunho se encontró de frente con su madre que bajaba corriendo las escaleras. La pequeña mujer se estrelló contra el pecho de su hijo, pero Yoochun tuvo que explicarle bien lo sucedido porque el moreno simplemente no tenía la fuerza para hacerlo.

Mientras su madre lo abrazaba entre sollozos, el vampiro trataba de hacer su cerebro funcionar y pensar en el mejor curso de acción a seguir. Jaejoong lo necesitaba con la mente fría no llorando hecho un ovillo en el piso.

En un murmullo le habló a uno de los soldados que se había quedado junto a él, pidiendo que llamara al consejo y al resto de los soldados. El vampiro notó con remordimiento que varios de los soldados estaban bastante golpeados y supo que era culpa suya, pero justamente en ese instante no podía importarle menos. No en ese momento. Tenía demasiada culpa en su plato para tomar otra porción.

- Su alteza, no puedo decirle lo apenado que nos sentimos por lo que est…

- Sí, sí. Ahórramelo. Ahora no quiero nada de protocolo ni mierdas de esas. Quiero soluciones y quiero a mi esposo en casa.

El soldado mano derecha de Siwon trajo consigo un mapa del área y procedió a señalarle a Yunho los territorios en los que vivían los demonios y en los que los habían visto. Pero mientras los soldados se organizaban y planeaban formaciones y posibles emboscadas, Yunho sabía que esperar hasta la noche sería muy peligroso para Jaejoong y los bebes. El problema era que no podía pensar en ninguna forma de lograr salir al sol sin quemarse hasta morir y tampoco tenía aliados a los que pedir ayuda. Se sentía tan… impotente.

Cerca de una hora después, Junsu se materializó en el aire al lado de Yoochun. El muchacho parecía exhausto y tenía unos golpes a medio curar en todo el cuerpo. En cuanto apareció Yunho se acercó a él a zancadas y lo tomó por los brazos.

- Junsu ¿Dónde está Jaejoong?

- Lo llevaron a un edificio en ruinas que tiene un sótano. Está a una hora a pie de aquí. Está lleno de ellos hyung.

- ¿Está bien? ¿Le hicieron algo? – exigió el vampiro al borde de un ataque de nervios.

- No, no le hicieron daño, pero lo encerraron en el sótano para que no lo tocara el sol. Saben cosas de nosotros que no tendrían que saber hyung…

Yunho comenzó a tener un muy mal presentimiento.

- ¿Escuchaste algo Junsu? ¿Dijeron algo extraño?

- Dos cosas, hyung. La primera, que llevarían a Hyung a otro lugar unas horas antes de que se oculte el sol y…

- ¿Y qué? – se impaciento el vampiro.

- Y que tenían que deshacerse del espía.

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Continuara \\(^_^)//...

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